domingo, 16 de diciembre de 2012

Canción a otra canción

Cuéntame todo lo que sepas,
háblame de aquello que crees,
explícame tus viajes por el norte
que más nos dará
si es una mentira o es verdad,
que tu voz nos incendie la almohada,
nos sirva de despertador
en la soledad de las mañanas,
y nos haga soñar
en las pesadillas de escaparates sin navidad;
mírame y hazme perderme
por los bosques de los sauces
de las hojas con las letras de tus canciones;
mírame y ayúdame a volar,
que alguien dispara al callar,
al hablar con los ojos, al herir a ciegas,
al matar mi tiempo, al besar mi calma
que hay gente que tira la piedra,
y esconde el arma.

Pero ven, deja que te vea,
te escurres en los 'sin tiempo',
te pierdes tras la última ronda
y te apareces con el pensamiento a conformarte
a ser la chica de chavales de barrio;
pero vuelves a esfumarte
entre mis ya más de quinientas noches sin dormir
siendo testigo de tus vuelos con huídas,
de tus escapadas a un invisible;
dime, ¿por qué te escondes tras la guitarra?
¿por qué me encandilas con acordes
y sellas mis manos con falsas promesas?
Miénteme y di que soy solo un desliz,
repíteme las mil sonrisas enlatadas,
déjame ser tu ángel, tu llanto y tu cruz.






sábado, 15 de diciembre de 2012

La chica de la primera fila

Comienzan de nuevo las preguntas del ayer,
Mientras yo poso mi mirada
En la silueta de tu espalda
Sobre la que le he contado a la almohada
Las mil formas de acariciarla,
El centenar de veces que he soñado recorrerla
Y lo única que resulta en la distancia,
Y tu giras y ladeas la cara,
Te Mueves con dulzura mientras hablas,
Y Vuelve a salir mi sonrisa idiota,
La que refleja los imposibles y las chicas perfectas.
Y pareces cosa de la suerte,
Del gafe a no tenerte cerca,
Del miedo a tartamudear si te miro,
Del error a mirar y que me veas.
Pero consigues eclipsar el pensamiento,
Desear ser boli entre tus manos,
Locuras de aula y apuntes,
Discursos en la mente que jamás podría decir,
sueños universitarios De los que aun no se huir. 
Y dibujo de nuevo el rizo a oro
La plata de la dureza al imposible 
Y el bronce por no parar de divagar;
Y Me descuelgo entre ondulaciones,
Y Fantaseo entre los barrancos de tu cuello
Y me muero por el sabor de tu sonrisa
Y río al verme en el espejo,
Al imaginarte en el reflejo del recuerdo,
Al hablarte en la distancia y la imbecilidad
Al buscarte cada día mas,
Y creer en perfección 
Y creer en la poesía y la rima
Y creer en ti,chica de la primera fila

domingo, 7 de octubre de 2012

dos años y un adiós más tarde

Dos años y un adiós más tarde
me hago la pregunta inexacta
buscando la respuesta vacía,
algo más que un asunto de faldas,
haciendo a la vez de malo y policía,
de perseguidor, juez y amante,
de escritor inexperto ensimismado,
de aprendiz en amores y sus artes.
Otra vez el Sol y su elegía,
de nuevo los recuerdos y sus males
son un dulce caramelo
si no le acompañan soledades;
y busco el error inexistente
el fuego que saltó para apagar la llama,
busco las preguntas y respuestas,
busco continuar a falta de palabras
para describir los besos que nos dimos,
para ladrar las citas inconexas
cómo cantar a un cuatro de octubre
y recordar que fuiste la primera.
Por fin me atreví, he de admitirlo,
ya no soy aquel cobarde,
ya no voy de chico valiente,
ahora ya puedo nombrarte;
por fin, he de admitirlo, fallé en mil promesas,
no me presenté a la cita del futuro,
no limpié el baúl de los papeles
ni pinté nuestros nombres por el mundo;
espero que sepas olvidarlo y recordar
mis fallos de puntualización,tu falta de puntualidad,
las risas, los poemas, las caricias,
los besos con sabor a ciudad;
yo ya aprendí a reírme de mí mismo,
a escribir a la Luna y a la playa
a morderme los labios si no miran,
a guiñar y tutear a la almohada,
ya aprendí a estar con otras,
ya aprendí a estar con nadie,
ya aprendí como cantarle
a un cuatro de octubre
dos años y un adiós más tarde

viernes, 14 de septiembre de 2012

El vecino del quinto

No es ni Batman ni uno de los 40 ladrones
pero ha hecho en suya la cueva del quinto,
vive entre botellines y recuerdos,
periódicos viejos con noticias a un pasado
con policías en gris, carreras de libertad,
fotos de muertos, un viejo televisor,
una nevera vacía y él, presidente en su sillón.
Anda despacio y no contamina,
pequeños placeres de un mundo atrás
aunque nadie le quita el humo a su pipa,
siempre sonríe debajo de su camisa
'Buenos días, vaya tiempo no sé si es invierno o primavera'
mientras peina a un lado su grisácea cabellera,
baja del ascensor con otra sonrisa,
que deja al colgar sus llaves en la entrada,
ni gritos ni respuestas ni mando compartido,
ni lado de la cama ni recoger a los nietos a las seis
no hay quien haga compañía al vecino del quinto
ni a su solitario paripé.
Conocido por todos los de arriba,
el comprador diario del quiosco,
galán de peluquería de barrio y barbería,
explorador universal de obras y atascos,
ni gorro ni guantes ni antifaz
y sin ser llanero es solitario,
manos arrugadas en los bolsillos,
pantalones de pana viejo sin planchar
conversaciones de patio o ascensor
de fútbol y otros deportes experto sabedor
a faltas de noticias de un futuro mejor
o un pasado del que fue protagonista
y que hasta él mismo olvidó,

y baja del ascensor con otra sonrisa,
que deja al colgar sus llaves en la entrada,
ni gritos ni respuestas ni mando compartido,
ni lado de la cama ni recoger a los nietos a las seis
no hay quien haga compañía al vecino del quinto
ni a su solitario paripé.






viernes, 10 de agosto de 2012

Lady Amsterdam

Lugar rodeado en rojo
cuna de pintores y diarios,
curvas reflejadas en sus aguas
canales que reflejan esos ojos.
Paraguas frente a la estación,
calles con nombre impronunciables
y plazas con aroma a dulce en el ambiente.

El poema que nunca escribí,
la carta que nunca mandé,
las palabras que quedaron a mitad de decir
y la pregunta con sabor a café.
Cubren las nubes el cielo,
visten de gris tus calles,
sopla el viento y sonríes,
reflejan tus figuras los canales,
serpentean rojas las luces de tu cuerpo
dando color y nombre al barrio,
camino perdido entre las sombras,
admiro confuso tus labios,
se mueven y me gritan,me llaman,
tientan suerte entre las plazas,
en los trenes de camino a un sin rumbo
y en las noches con sabor a nada.

Sigue el hielo en tus calzadas,
eres frío y ardes, quemas,
acercas tu calidez y tu alma
se me escapa entre las yemas,
aproximas tu lado humano,
pareces cosa del destino,
congelas mis pasos, mi voz;
agobias, pesas y aceleras el camino,
eres recuerdo y presente,
fantasma en los cristales
y miedo a lo pendiente;
somos escapadas a media tarde,
sabor a frío año nuevo
a un dos en medio de todo
y a un nada de regreso a casa.
Al final, es una experiencia solo,
recuerdos vagos y aventuras,
el tacto de su seda,mi mano agarrada,
fantasía, fotografías, irrealidad,
al final solo es ella, Lady Amsterdam.

sábado, 4 de agosto de 2012

El maquinista #interrail2012

De pequeño dibujaba viejas locomotoras cruzando las montañas, de normal rojas o negras, con su chimenea y su humo, y por supuesto un hombre que dirigía aquel trasto dibujado de una manera simple sobre un pequeño folio pero que yo imaginaba como un gran aparato, con elegancia, fuerza y una singular belleza, ese hombre que yo dibujaba de mala manera y con una gorra curiosa, era el maquinista, el guía de aquel aparato de hierro y metal que recorría el mundo de ciudad en ciudad con el humo, el traqueteo y un agudo silbido como seña.
Hoy, años después de esos dibujos infantiles, en vez de dibujar escribo quizás con la misma deformidad que entonces trazaba sobre el papel, o quizás un poco más claro, pero poco queda de aquellas locomotoras que salían de mis lápices de color, ya no hay humo, ni chimenea, ni silbido y en muchas ocasiones apenas hay traqueteo (y se agradece, ventajas de la tecnología y tal);  pero sigue sobreviviendo de una manera o de otra la figura del maquinista, quizás con diferente papel que antaño, quizás no, seguro, pero ahí está ese tipo que dirige y manda al tren y sus pasajeros de estación en estación.
Como dije, años después de aquellos garabatos, me enfrenté al reto del interrail, una aventura que, como el nombre indica, se construye entre railes y con el tren como denominador común entre ciudad y ciudad, y por supuesto en él el maquinista.
Y de ciudad en ciudad que íbamos (y digo íbamos porque estas aventuras que mejor que vivirlas con esa gente que sabes que harán esos días inolvidables) , sólo unas fueron las elegidas,Barcelona, París, Amsterdam, Berlín, Praga, Budapest y Milán, eso sin mencionar aquellas que fueron enclaves estratégicas de paso durante nuestro trayecto, ejemplos como Perpignan, Innsbruck o Niza, que disfrutaban de nosotros tan sólo porque pasábamos por allí. Cada sitio, una pequeña casa en forma bien de albergue, de hostal o de hotel de casi lujo, en cada uno de nuestros destinos anécdotas por doquier que no caben en estas líneas, en cada emplazamiento gente nueva, algunos turistas-interraileros, como nosotros, y otros propios del lugar, aunque menos; y por supuesto, en cada ciudad un nuevo mundo por descubrir, una belleza nueva que averiguar y una cultura de la que aprender. Y aunque no siempre fuera fácil, sonreías al llegar a cada ciudad, al bajar del tren y respirar un nuevo aroma,  al girar la cabeza y dejar el tren atrás, ese otro pequeño mundillo que te acompañaba en cada viaje y que presidía con sus decisiones el maquinista, que en esos momentos se elevaba a la categoría de conductor de nuestros sueños, y él aunque no se diera cuenta de sus pasajeros, ni siquiera nosotros de él, dependíamos de su trabajo para llegar, de su esfuerzo y profesionalidad para poder coronar otra estación y abordar así nuestra siguiente aventura.
Así una y otra vez, de parada en parada, de albergue en albergue, de bar en bar, de parque en parque, de tren en tren y lo que significaba de ciudad en ciudad, haciendo que nuestro verdadero pasaporte fueran nuestros billetes de tren, que éste medio fuera nuestro único camino, que los otros 4 compañeros fueran tu propia familia y que tu casa fuera el albergue/hotel/hostal en el que esos días te hospedaras, pero con un protagonista de fondo, el maquinista, ese señor que en cada ciudad en la que tú bajabas cambiaba de nombre, de historia y de aspecto, pero que seguía siendo el conductor de tus sueños, el verdadero guía de todo aquello que hacía posible que esos 15 días de aventuras y locuras entre railes fueran una de esas experiencias que jamás podrás olvidar en la vida.



sábado, 9 de junio de 2012

Felicidad

Así que era esto,
Mis ojos encendidos hasta las 12
Esperarse a colgar el ultimo
Tardes sin estudiar en la biblioteca
Cerrar los días con un buenas noches
Y compasión después del sudor.
Así que de esto hablaban,
El café con sabor a nueva aventura 
El fuego dentro sin arder
Las dudas disipadas en cinco letras
Y las ilusiones en unos labios;
Así que esto era,
Así que era esto,
Lo que anunciaba el nuevo pintalabios de Channel
Lo que se entiende  tras París
Y el significado del toro y la luna.
Entonces esto es lo que decían,
La lucha incansable contra los horarios 
La imaginación volando a tres palmos del colchón 
El mucho mas que mucho 
Y el mar el limite de nuestros pasos.
Entonces de esto se trataba,
La sonrisa tonta antes de dormir;
El significado de la foto en mi pared,
El motivo de mis versos
Y la locura de mis palabras en tu boca;
Así que esto era,
El quedarme sin palabras
El 'cinco minutos mas,por favor'
Tu nombre en mis apuntes
Y encontrarle sentido a las canciones. 
Así que era esto
Así que era verdad;
Que esto de estar tenerte a mi lado
Era la felicidad

martes, 1 de mayo de 2012

Mundo paralelo,paraíso particular

Replican las campanas,
bailan los edificios de fondo con mis ideas,
las doce de nuevo susurrando tu nombre,
mis paredes reconocen tus cinco letras
así como los recuerdos de cada tarde.
Vuelves a invadir mi último aliento,
a nadar por mi oasis de calma y salvación,
comienzas a ser el principio de mis sonrisas,
a estar en el final de todas mis súplicas
y a acabar las tardes con un beso.
'Te quiero' resuena en mi cabeza
tu voz esquiva cualquier tipo de cansancio,
resuena, retumba, sonrío;
abrazo mi almohada,
tirito, suspiro, resoplo,
quién pudiera esconderse en tu pelo
y dormir entre tus dedos.
Suena un mensaje de entrada en tu móvil,
'Buenas noches, que descanses'
otra vez no pude resistir la tentación,
otra vez volví a invadir tu habitación con mis palabras.
'No me sueltes' grita ausente mi memoria
toma tus palabras en tu calle,
hacía frío, corría el viento, miraban las farolas;
gritaban 'cerveza a un euro' en la esquina,
mientras tú y yo vivíamos en un mundo paralelo,
en nuestro paraíso particular,
un mundo al alcance de nadie,
pero en medio de todos,
en el que ni tú ni yo somos nadie,
sino tan sólo un nosotros.

jueves, 12 de abril de 2012

Primavera

Golpea con fuerza tras el cristal
ruge detrás de la ventana  primavera,
tú me besas al unísono de mis latidos
mientras se mueven con soltura
mis manos en tus rítmicas caderas.
Recorro con discreción tu cuello,
resbala entre mis labios,
sigues el son de mi pulso,
se acelera, me acelero, aceleras;
mis dedos intentan dibujarte
rozamos el abismo de tus curvas,
florecen alegrías en tu pelo,
las acaricio con pasión de amante,
ardemos bajo el mismo estrépito infinito
bajo el calor de la tarde más corta del mes,
y bajo la locura más acertada del momento;
seguimos en besos no escritos,
continuamos en juegos de lo que surja,
en miradas fijas y silencios eternos,
en el lenguaje único entre dos,
de nuevo nuestras lenguas enlazadas,
me muerdes el labio,
me arrancas las dudas y el alma,
otra vez mi cuerpo de almohada,
de nuevo miradas cruzadas,
me pierdo en tus ojos negros
mientras mi torso es testigo de tus caminos,
y yo memorizo los recovecos de tu cuerpo,
los palmos de tu espalda,
el tacto a hielo deshaciéndose y a  tierno lino,
y disfruto del aroma a nuevo alba.
Se cae el último grano del reloj,
busco a tientas tus orejas,
son hielo,me queman,
encuentro las palabras exactas,
las susurro entre miedo y nervios,
algo estúpido,te quiero te digo,
me miras,me besas,te beso,
'¿sabes? te eché de menos',
me pierdo, te pierdes, nos perdemos,
y al sonar la última campanada
en ese sueño nos caemos.


lunes, 2 de abril de 2012

Eres inevitable

Beso de despedida,
verte andar a lo lejos,
seguirte en mi mirada,
que sigas en mi pensamientos,
querer salir corriendo
y desear besarte como sólo tú y yo sabemos,
arroparnos en tus brazos,
en cualquier banco de cualquier parque,
la Luna nos cobija,
sabes que va a llover,
duérmete en mi hombro,
que yo  soñaré entre tus labios.

Ni 3 segundos fuera de mi alcance
y suspiro con cada paso,
he descubierto parte de mis errores anteriores,
sé todas las palabras que dije a destiempo
y todo aquello que no te gusta de mí.
Eres fría, niña, eres fría
y la ciudad se derrumba cada vez que me miras,
cada vez que ladeas la cara y me besas
y cada vez que decides regalarme otra oportunidad
para adornar cualquier recoveco de esta primavera;
y tú mientras  das sentido a mis esperas
y siembras en mí el síntoma de la duda
aquella que cuestiona como hacerte feliz
y que se pregunta si realmente soy lo que esperabas que fuera.
Creas en mí la sonrisa tonta de la mañana
cual niño escucha el tono de su primera nana,
generas el silbido de mi canción favorita,
nubes sobre mis apuntes de historia,
asíntotas horizontales en mi libro de filosofía
 y apareces incesante en literatura
como la forma imperfecta de dibujarte con mis palabras.

Eres inevitable, amor, eres inevitable,
casi como respirar,
como las olas en el mar
o como el tiempo que marca tus horarios,
el que marca tus besos, nuestros encuentros y despedidas,
como ese que deseo parar,
como ese que nos separa
o como aquel que falta para volvernos a besar.


sábado, 31 de marzo de 2012

De vuelta a las locuras

Volver a caer en vicios que creía olvidados,
en citas que no tenía apuntadas en la agenda,
en besos que jamás había llegado a imaginar
e incluso en preguntas que no me planteé.
Volver a sentir aquello que dejé para la humanidad,
para los guapos con el pelo al lado,
para los cuerpos con curvas apolíneas 
y las sonrisas de anuncio de televisión;
sentir aquello que reviven tus miradas a media tarde,
noches en vela frente a la pantalla
y tu dulce forma de besar.

Volver a creer en acordes imposibles,
en el alba tras la noche,
y en los 'quédate conmigo, por favor';
volver a escribir un tú en mis versos,
y un nosotros en el firmamento,
volver a volar a primera hora de la mañana,
pensar que esperar es de nuevo resignación,
repetir tu última palabra o tu último gesto
e intentar buscar tu aroma por toda mi habitación.
volver a soñar con figuras con tu nombre,
con repetir ciertas tardes de marzo,
dos veces idus de un emperador,
donde la conquista no fue en campo abierto,
ni librada con escudo y lanzas,
donde el caballero no llevaba capa ni espada
sino mochila,nervios y apuntes,
luces, caricias e ilusiones,
sombras, suspiros y labios que besar;
 donde el tesoro no era oro
ni se escondía en un cofre bajo el mar,
donde el premio era una afirmación,
un beso, un recuerdo, una conversación.
Al final nos quedamos con nuestro pacto secreto,
con nuestros besos sin notarios ni testigos,
con tu sonrisa y la mia fluir, bailar,
con el reflejo de tus labios al hablar,
al final todo es cuestión de locura,
o ¿acaso no lo es la felicidad?



lunes, 12 de marzo de 2012

Historia Bmth Parte 5


Como decía, seguía pasando el tiempo y nos plantamos en un miércoles 27 de julio, otro día de julio de calor a medias, cuando el sol brillada, con gran cantidad de humedad y con las ideas en mi mente más turbadas que nunca, sinceramente, ya había perdido la razón, aquello que hacía y sentía me parecía estúpido por mi parte, poco racional, pero no podía evitar seguir buscándola con la mirada para que sus ojos verdes me dieran una tregua o me amordazaran en la duda del silencio y el paso del tiempo que aparecía ya como el gran verdugo de aquello nuestro que no llevaba a nada sino a mí mismo pensando en mis tonterías y paparrucherías.Aquella tarde-noche había discoteca en la iglesia que hacía los honores de eso mismo, de  discoteca. Yo sabía que esa iba a ser mi última discoteca en aquella ciudad inglesa, así que decidí disfrutarlo máximo posible, olvidarme de Irene y demás y pensar en pasármelo lo mejor posible. Sinceramente, lo hice, fue una de las mejores discotecas de aquel mes, me lo pasé increíblemente bien, estaba totalmente despreocupado hasta que tuvo que pasar, la vimos, Rubén y yo, en una de las vueltas que dábamos por el piso de arriba vimos a su grupo de amigas y ella también estaba allí, sabía que era de mis últimas oportunidades, Rubén me dijo de ir a por ellas, le dije que no, que quería disfrutar con los amigos, él sabía parte de lo que estaba sufriendo, fue un gran confidente durante el viaje. La tarde, bueno tarde-noche en aquel recinto pasaba, en uno de nuestros acercamientos a la barra a pedir agua, que era lo único gratuito, me crucé con ella, la paré, apartarse otra vez habría sido de cobardes, dos besos, que tal todo, bien, y la conversación se acabó, ella se marchó con sus amigas hacia la pista y yo a la barra; la verdad es que era guapísima, o por lo menos a mí me lo parecía, tenía una expresividad peculiar, y su forma de mirarme y de hablar me volvían loco; otra vez volvían pequeñas dudas a mi cabeza que con la música quizás se disiparon pronto. 
Faltaba poco para el cierre de la discoteca, a las 10 era la hora en la que aquella iglesia convertida en discoteca cerraba, y me encontraba con mis amigos en el piso de arriba, en uno de mis momentos de lucidez mental comencé a hacer un baile denominado el de la camisa, vi como una chica me miraba con su compañera y se empezaban a reír, fui hasta ellas que se encontraban  en una mesa con asientos, me senté a su lado y empecé a hablar con ellas, les hizo gracia mi estilo, me dijeron que eran de Sevilla, eran monas, una más que la otra, y encima bastante simpáticas, hablé con ellas un rato, sobre lo que había en Sevilla y qué les parecía Bournemouth; cerraron la parte de arriba de la discoteca, y bajé y les perdí la pista, entonces se acercó Rubén, me dijo que había hablado con Irene y que a la salida me esperaría para hablar conmigo; una luz me vino a la mente, ¿sería aquel el momento tan esperado aunque ella se fuese al día siguiente?; en ese momento se me olvidó todo aquello que había conseguido intentando olvidar, y empecé a hacerme mil y una preguntas en mi cabeza, otra centena de cábalas y posibilidades volvían a rondarme por la cabeza. 
Terminó aquella discoteca, la última de Bournemouth 2011, y me dispuse a salir del recinto porque a ella le había visto salir, y me imaginé que sería fuera donde nos veríamos, también vi a las dos sevillanas entrando mientras me buscaban con la mirada, me fui sin decirles nada, era muy complicado explicarlo todo, o lo que realmente se me hacía complicado era estar con la duda de lo sería aquella conversación con Irene.  
Salí de allí, y en la puerta estaba hablando con sus amigas, seguí caminando y se unió a mí; la miré y paré en seco, nos pusimos el uno frente al otro, le pregunté qué quería decirme, me dijo que nada, que Rubén le había dicho que yo le quería decir algo entonces me preguntó qué quería decirle, pensé en decirle todo lo que había sentido durante ese tiempo por ella, todas las veces que había mirado por lo jardines a conciencia buscando que su mirada me diese una tregua, un perdón, una respuesta o que simplemente no estuviera, contarle como me sentí los primeros días al esperar una respuesta que no llegaba, y como me sentí los días siguientes al ver que tal respuesta no iba a llegar nunca, explicarle como es despertarse y verse todos los días la misma cara de imbécil que se te ha quedado, quizás pensé por un instante decirle que nos fuéramos a despedirnos de la misma manera que aquel sábado 9 de julio aprovechábamos el tiempo, decirle que le echaría de menos, que me llamase en cualquier momento o incluso recriminarle todo lo que había sufrido y todo el tiempo que habíamos perdido decidiendo no estar juntos; pero no, no me salieron tales palabras, ni siquiera decirle lo guapa que iba o lo bien que le quedaba aquella camiseta verde, que iba a juego con sus ojos y tan bien conjuntada con su siempre hermosa sonrisa, pero no, no se lo merecía, ni yo tampoco, me quedé mudo y le pregunté que cuando se iba; ella me respondió: 
-Me voy mañana por la mañana, sobre las 8 o así. 
Yo ya sabía de sobra aquella respuesta, sabía de sobra cual era la fecha límite pero fue lo único que pude decir; así que después de eso, le deseé suerte, y nos dimos dos besos y se fue; así se acabó todo aquello, ella con sus amigas despidiéndose de todo o eso me imagino, yo con los míos de camino a la parada del bus, mirada baja, pensativo, todo había acabado, ahora sí que la derrota era definitiva, ya no había un después, ni un posible mañana, ya no había nada, porque no había más tiempo; Rubén me preguntó, le dije que nada, me abrazó, se agradeció; vino pronto el bus, el trayecto no se hizo duro, conocimos a otra española y un par de alemanes, fue entretenido, al llegar a casa algo de tortura, no mucha, estaba cansado, y por la mañana, todo lo relacionado con Irene había acabado; sabía que ella estaría volando hacia a España, a Ávila; y que a mí me quedaban 3 días más, 3 días que me prometía a mí mismo vivir como los últimos de mi vida y los mejores que podía disfrutar, no habría Irene ni nada que recordase a aquel sábado y a sus posteriores negativas por lo menos hasta llegar a España. 
El viaje acabó genial, lo fue durante todo el tiempo con sus pequeños momentos de pensar pero siempre feliz por estar allí, el asunto Irene creía haberlo olvidado; pero la vuelta se hizo dura, se echó de menos todo, hasta sus miradas esquivas y sus negativas; conté la historia una y otra vez a mis amigos, les conté lo que más me gustaba de ella y como era, quizás por eso volví a recaer en ciertos recuerdos y torturas para la mente que habían permanecido en el baúl de los recuerdos; y más florecieron aún cuando allá por el mes de septiembre, ella fue a Valencia, sabía perfectamente que yo le habría recibido encantado, que habría hecho de guía turístico o que por lo menos, le habría saludado y me habría hecho ilusión haberla visto, pero no me dijo nada, ni un simple mensaje, ni una llamada, nada de nada, tan solo me enteré de su visita por fotos, pura coincidencia de cotillear, seguía teniendo esa sonrisa blanca y esa mirada penetrante, aunque nada como verla en la realidad.  
Y ese fue el último episodio que reseñar de Irene, ella se convirtió en una de esas personas que quieres que el destino te vuelva a juntar, una de esas personas de las que siempre tienes el recuerdo de lo que fue y de lo que quise que fuera y no fue, consiguió darle una sonrisa a la palabra Ávila, que el nombre de esa ciudad no me recordase a unas murallas sino a una chica fría y preciosa; al final, ella siguió su vida, yo la mía, aunque en ocasiones  me paro a pensar y una pregunta me recorre la espalda: ‘’¿qué andará haciendo ahora?’’, y siempre una respuesta, una sonrisa, un suspiro y el deseo de que el destino nos quiera juntar en algún momento y poder hablar al fin, de lo que pudo ser y no fue. 

sábado, 25 de febrero de 2012

Ruptura.

Dices que se derrumba lo vuestro,
que se acaba lo que no ha empezado
que  venció su cobardía
y tu idiotez por lograr enamorarte.
Aseguras que todo esto te supera
igual que el río tras el deshielo
o como sus besos a media tarde,
de esas que ella te hacía agradables,
en las que te traía flores de primavera
prometiéndote sol de verano
y dejándote nieve y frío de febrero.
Se acaba, llegan los viejos tópicos,
no es por ti es por mí,
el amor cuando se acaba, se acaba;
lo mejor será ser amigos,
pero sabes que no, eso no,
no verás en sus ojos la paz de un amigo,
sino el odio eterno que te trajo su amor.

Bebamos los vasos de los momentos,
acabémonos las botellas de los sentidos,
alcohol para las heridas, hoy invito yo.
Cavemos la tumba del olvido
y en la lápida su nombre,
no volverá a caer lágrimas fuera de esta barra;
juremos el odio eterno,
nunca más volveremos a ser los valientes que se enamoren;
no habrá más rosas blancas ni besos a escondidas,
ni canciones ni letreros con su nombre;
hoy murió el hombre en sus rechazos,
hoy se apagaron las llamas de sus sonrisas
y se paró la arena de sus relojes,
de la cuenta atrás esperando la respuesta que nunca quisimos oír;
hoy volvemos a ser tú y yo solos
 sobre la vieja barra de la amistad
con el inacabable boli de los sueños en la mano
y con el infinito mapa de las ilusiones en nuestros ojos.

martes, 21 de febrero de 2012

Eres Libertad

Deslizante de boca en boca,
escondida tras las páginas de los libros,
en la imaginación de utópicos
y en la tinta de aquellos
que se atrevieron a morir por ti.
Residente en el brillo de nuestros ojos
y en la voz dormida de la memoria.
Evocada con el último aliento de vida,
irrefutable cuando la luna nos cierra los ojos,
atrapada en el negro del miedo,
golpeada por la intolerancia y la bravura;
vívida en la sensatez de la locura estudiantil,
en las plazas ocupadas con pancartas,
en las los sueños con trenes al horizonte
y en las últimas lágrimas de cualquiera valiente
que lucha por un mundo mejor.

Eres el don que reluce en mi ventana,
la capacidad insaciable de sonreír 
y la única fuente de energía inacabable 
capaz de sobrevivir generaciones
en forma de pequeñas historias familiares,
en forma de carreras atrapadas en azul,
en barricadas, contenedores y universidades invadidas.
Eres el sonido de los acordes de Bob Dylan,
el ''Ojalá'' de Silvio, la voz de Sabina;
la harmonía de Ismael Serrano y su las historias de su padre,
eres el coraje en la mirada de Guevara,
Willian Wallace y su valentía,
y la templanza y el amor de Mandela.

Eres toda tú,
como el amor y la música,
como mis versos en pleno caos y desorden,
eres lucha, eres igualdad,
eres sueño y esperanza;
 lluvia de abril en pleno agosto
y estrellas en pleno destello al mediodía;
eres tumulto en pleno delirio
Gaza gritando tu nombre sin parar;
eres alas de cometa surcando el amanecer,
eres lo que todos quieren tener,
eres vida, eres verdad
solamente tú,eres Libertad.



lunes, 13 de febrero de 2012

Hace días

Hace días que le observo,
y la verdad, me faltan dedos,
para contar las veces que te mira,
las veces que gira la cabeza buscando tu tregua.
Sé lo que siente,se le ve cansado,
las pupilas enrojecidas por el sueño,
otra noche esperándote en su imaginación,
en la mayor locura de su razón,
o en la única razón de su locura,
en el interior del cuadro de su habitación
el que pintaste de color esperanza
el día en que le miraste a los ojos.
Hace días que Valencia es una monotonía,
siempre las mismas gentes en los mismos sitios,
mismas direcciones y mismas horas;
introduzca su número secreto,
recoja, por favor, su dinero;
son las frases de costumbre
que albergan la ciudad y sus gentes;
todos hablan de crisis,
de Atenas ardiendo bajo la mirada de Zeus,
de corrupciones y yernos del rey
y de la poca justicia que nos queda;
mientras él vive absorto de todo,
viviendo de tus miradas asimétricas
de imaginar mundos mejores,
mundos solamente contigo
y de versos que caen en el olvido.
Hace días que la Luna baila sola,
que el Sol no se proyecta sobre ella;
que nuestro amigo te mira desconsolado,
que se quedó sin palabras que decir;
hace días que soy testigo
de sus huidas a través de la ventana,
de la escasez de sus motivos para reír,
de la belleza inconmensurable que te recubre
y de la locura a la que él está llegando.
No sé el fin de la historia,
no sé como acabará él,
cuando se acabará su locura
o si se llegará a acabar;
oí que quería volar,
que no aguantaba aquel vacío tuyo
que no podía vivir viéndote pasar cada día sin respirar tu aire,
sin beber de tus besos
y sonriéndole a tus suspiros;
no sé si tú seguirás siendo siempre tan bella,
si seguirás brillando como el océano cubierto por una pátina de aceite,
si relucirán siempre tus mofletes rosados
o si tus ojos serán el destello de algún otro enamorado


domingo, 12 de febrero de 2012

Mensaje de voz.

Hola, sólo soy yo,
no podía con este frío,
ya sabes, me matan los lunes,
quizás esto sea una excusa para oír tu voz
para imaginarte al otro lado,
para no oírte en mi silencio,
en los ecos de cada libro abierto,
para poder saber de ti
y para intentar lo imposible contigo.
El frío arrecia sobre esta ciudad
y tú sigues siendo el objetivo de mis miradas
sigo deseando ser escultor sobre tu cintura
y deslizarme entre la seda de tu cabellera.
El frío cubre nuestros días,
mientras tú permaneces sin darte cuenta de lo que siento
pensando en él, en otro,
y yo sigo sufriendo tus distancias,
tus sonrisas a medias y tus miradas de soslayo.
Continúan siendo grises estos lunes,
aunque los pintes de arco iris con palabras amables,
sigues sorprendiéndome cada vez más,
realmente eres fantástica, maravillosa,
me das miedo, te tengo miedo;
odio pensar en ti tras cada suspiro,
aborrezco esperar cualquier excusa para saber de ti
y tengo miedo a este hambre de tus besos.
No sé que pensarás,si relacionarás mis palabras contigo,
y las tomarás realmente enserio;
o si llegarás a escuchar este mensaje de voz.
En verdad,sólo era eso, bueno pues nada,
si necesitas algo,cualquier cosa,
algún verso tonto, acercarte a cualquier lugar;
o ya sabes, si tienes frío y tiempo,
me llamas.

martes, 7 de febrero de 2012

Me comentó.

Me comentó que iluminaste su tarde
al aparecer por aquel parque,
que tus ojos hacía de guía
y tu boca de precipicio y peligro.
Me dijo que sonrío nada más verte,
que intentó hacerte sonreír,
que tenías la sonrisa más bonita del lugar
y que pronto supo que no iba a ser fácil olvidar aquella tarde.
Comenzaron las risas
y el frío coloraba tus mejillas de rojo
como el cartel de la marca telefónica
que fue testigo de vuestro primer beso
o como la rosa que te regaló en la segunda cita.
Me habló de vuestras tardes de diciembre,
de vuestras escapadas a primeros de año
y vuestras andadas en enero y febrero,
habló sobre los besos que cubrían sus días,
de sus enredos por tus cabellos rubios
y de lo mucho que le gustaba
que le susurrases al oído para que te tapara el frío.
Me explicó también que estaba perdido,
que comenzaba a perder la razón,
que quería todo contigo
pero que no querías una relación;
me contó que no sabía que hacer,
que dudaba sobre lo vuestro,
que le dolían tus ausencias y tus negativas,
pero que no podía no estar contigo,
que necesitaba esas escapadas
y perderse entre tus besos y suspiros.
Y entrasteis en una espiral,
él quería estar contigo, tú no estar sola;
él un compromiso sobre el que asentarse
y tú un acompañante de tardes sueltas.
Al final el tiempo fue verdugo,
mató esperanzas y deseos;
tus negativas fueron más fuerte que sus motivos
y un día que el Sol y las nubes se alienaron pronto,
y cayó la noche antes de lo esperado,
tú le besabas sin recordar su nombre,
él sin recordar los motivos de aquello;
el adiós fue definitivo,
él marchó en busca de lo que no pudiste ver
y tú sin encontrar lo que él quiso ser.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Historia Bmth Parte 4

Les expliqué por encima lo que me había dicho, Rubén me acarició la cabeza y me dijo: ‘’Tranquilo, compare, ya habrá más’’; Dani, en su misión siempre de animar, me dijo que no merecía la pena; y el comentario más original se lo llevó Paco el cual me dijo algo así: ‘’Te has quedado tonto con la chica esta, ¿eh? Pues tiene su punto, si es que no eres tan tonto para ser de letras’’

Así acabó mi noche por el centro de aquella ciudad. Cogí el bus y volví con mis compañeros en el 5-A.Ella tampoco iba en aquel bus. Al quedarme de nuevo solo volvía a pensar y pensar, y con ello más lío en mi cabeza y sin saber qué pensar exactamente sobre esa respuesta; algo de mí aceptaba la derrota y la retirada, pero otra parte de mí decía que no, que había que ir a por las posibilidades que aún quedaban, que el no ya lo tenía, y que aún no me había dicho exactamente que no; por lo tanto yo seguía confiado en que su respuesta cambiase o que me diera una definitiva.

Los días comenzaron a pasar y a mi cabeza llegaba un poco la desesperación y se desvanecían las posibilidades de que aquella respuesta cambiara, que aquello de que ella se acercase y me plantase un beso o me dijese ‘’sí, vamos a intentarlo’’ eran tan solo pensamientos, ilusiones, cábalas que poco a poco iban perdiendo fuerza.

Como decía, los días seguían pasando, y se dio la curiosa y extraña circunstancia de que en aquella semana no coincidimos por el pueblo, no es que antes nos viéramos siempre, pero el pueblo era pequeño o por lo menos la zona por donde íbamos por las tardes. A las que sí que veía de vez en cuando era a sus amigas, ellas chismorreaban algo al verme, quizás decían algo de mí o de ella, o a saber, pero si decían algo era para saludarme mientras reían o para decirme: ‘’Irene no está’’, eso sí, siempre sonriendo; es más, yo creo que a una de sus amigas le empezaba a dar pena y todo.

No la vi en la siguiente semana tampoco hasta que un día volviendo en el bus, uno de esos días en que ya su recuerdo empezaba a estar menos intenso como la primera semana, no puedo decir que ya me hubiera olvidado de ella ni que aún seguía pensando en la remota posibilidad de que ella me dijera un sí que seguía sin llegar, en fin, uno de esos días en que aún tenía tiempo para pensar en ella pero cada vez dedicaba menos, uno de esos días en los que seguía sin poder conseguir encontrar otra que la sustituyera o que le hiciera algo de sombra, uno de aquellos días, mientras iba a volver a casa en autobús, la volví a ver.

Yo estaba esperando el bus en la parada correspondiente, y al ponerme en la cola, la vi entre la gente, al principio no sabía si era ella, había mucha gente, pero sin duda era ella, nadie sonríe igual; iba acompañada, un amigo y una amiga, desconozco todavía si el amigo era algo más...creo que me sonrió al verme, no lo sé, pero después de toda la cola y subir al primer piso del bus y sentarme, ella pasó por mi lado, me volvió a mirar, su piel seguía demostrando el poco sol que hay en Inglaterra, y su mirada reflejaba mi perdición, no sé que dije en su momento, creo que puse mi sonrisa de idiota y esa cara de gilipollas que me estaba viendo todas las mañanas, y cuando ella pasaba por mi lado, tuve que bajar esa cabeza que no paraba de darme vueltas, no sabía que decirle, o sí, pero no tenía voz para ello, no era la situación ideal para pararla y decirle que necesitaba hablar con ella decirle lo que de veras pensaba, si es que no lo sabía ya...

Se ha sentó 3 asientos más atrás, me fue también imposible ver si ella y su acompañante se besaron o algo, no podía mirarla, solamente observaba por la ventanilla e intercambiaba con mis compañeros comentarios sin importancia de Formula 1 u otros deportes. A los 10 minutos, ella se bajó, no sé cómo fue la despedida con él, su acompañante, solo sé que ella y su amiga se bajaron, y que me dijo un adiós con su dulce voz, mientras yo volvía a poner esa cara de bobo que tan bien sé poner y la seguía con la mirada hasta que desapareció del primer piso, de aquel autobús quedando aquello vacío, y con mi cabeza dando vueltas y recordando todo lo que sentía por ella, y haciendo inútil todos los momentos de olvido que había intentado durante aquellos últimos días.

Otra vez el tiempo pasaba y aquello nuestro, que más que nuestro se quedaba en algo particular, seguía estancado, en este tiempo sí que la había visto alguna vez más por el centro, alguna mirada cruzada, algún saludo o simplemente hacerme el tonto para no saludarle o no cruzar con ella otro saludo tonto u otra mirada cobarde que me siguiera recordando que sus ojos eran los más bellos e intensos que había en aquel pueblo.

lunes, 30 de enero de 2012

Historia Bmth 3

Volví a mi casa en autobús con mis compañeros, ella no estaba en ese bus aquel día de cuerpo presente, aunque sí que seguía en mi boca, en mi mente y en el reflejo de cada mirada al cristal buscando en el cielo alguna respuesta al futuro que podríamos llegar a tener.

Al bajar de mi parada e ir andando hacia mi casa y sentir el frío de aquella, ya, noche de verano, me acordé de lo bien que estaba bajo sus brazos, y que no quería que esa tarde pasada fuera la primera y la última. Sabía que al día siguiente ella iba a ir al mismo pueblo de excursión que yo, me lo había dicho por la tarde cuando estábamos con el grupo. Debía haber pedido para pasar aquella tarde al menos 2 condiciones a elegir una de ellas: o que no se acabará aquella tarde, o que no quedara loco por ella… Por desgracia, incumplí ambas.

Al día siguiente fuimos a Portsmouth, otro pequeño pueblo costero del sur de Inglaterra, la busqué pero no la encontré hasta que justo cuando estaba con mis amigos sentado en una especie de banco de madera al lado de un bar español llamado La Tasca, que de español tenía solamente el nombre, desde donde teníamos una buena vista de la Torre de Portsmouth, ella pasó por delante de mí, me quedé paralizado, estaba igual o más guapa que ayer; el sol lucía al igual que sus dos ojos verdes que el día anterior veía desde tan cerca, me miró y sonrió, pero yo me quedé en mi sitio, quizás esperando a que ella se acercara o me hiciera un gesto, pero tal no pasó, y mis amigos me empezaron a decir que fuera, que si no me atrevía, o frases así, aunque la frase que terminó por convencerme fue una que volvió a soltar Paco: ‘’ si no vas, es porque te importa demasiado’’; era cierto, me empezaba a importar, pero no quería que eso ocurriese. Me levanté con actitud de chulería, demostrando parte de mi insensatez y de mi valentía y me acerqué a ella que no estaba sola, iba con una amiga. Le volví a coger de las manos, que manos más suaves y delicadas tenía, quizá algo frías, pero cogido a ellas algo hervía en mi interior. Le pregunté sobre cuánto le había costado la excursión, que si habían visto algo, o qué iban a hacer; llamé a mi amigo ‘’guey’’ Ignacio a petición suya para que su amiga tuviera entretenimiento y alguien con quien hablar, mis amigos empezaron a cantar ‘’2 hombres con un mismo destino’’; yo intentaba ocultarme en su sonrisa blanca y en su mirada verde que mataba. Llegó una monitora suya, y les dijo que tenían que ir yendo hacia la torre; yo le fui otra vez a besar, me dijo que no, otra vez, mucha gente, y además su monitora estaba delante; la excusa seguía siendo razonable, así que la solté de mis manos y se fue. No la volví a ver más en aquel día; no, miento, sí que la vi una vez más; esperando mi autobús para volverme a casa, vi salir otro antes que el que yo tenía que coger; si no vi mal, ella iba en ese bus con 3 amigas…iba preciosa, como me tenía acostumbrado a verla.

Pensaba en llamarla, o enviarle un mensaje o algo, pero decidí esperar, era lo mejor; total en poco tiempo la volvería a ver, el pueblo o por lo menos la zona por donde se solía salir por las tardes y las noches no era muy grande, así que el porcentaje de coincidir era bastante alto. Y así fue un lunes bastante oscuro, en el cielo brillaba el Sol por su ausencia; cuando ya nos cansamos mis amigos y yo de dar vueltas por la playa y la plaza, decidimos sentarnos a echar una partida de cartas; no podía parar quieto, la había visto sentada en un banco cercano, quizás por ello dije de sentarnos ahí mismo, cerca de ella y sus amigas.

Aquel silencio, aquel vacío de palabras entre ambos, ese no saber que era de ella, que pasaba por su cabeza, si pensaba en mí como yo lo hacía en ella, toda aquella incertidumbre me hacía dudar dentro de mí, estar más callado de lo habitual, dubitativo, centrado en mis pensamientos…

Así que con tanta duda, la seguía mirando, mientras mis compañeros jugaban a las cartas, un amigo, Rubén, me dijo que fuera a hablar con ella, que no podía seguir con tanta incertidumbre; así que tomando sus palabras de ánimo, me dirigí a su grupo, eso sí, acompañado por él y por otro amigo, Dani, murciano, que siempre estaba para esos lances de ayudar.

Nos acercamos a ellas, y con más valentía de la que me creía capaz, me acerqué a ella y le dije que tenía que hablar con ella, ella preguntó sobre qué, yo respondí que sobre nosotros y a poder ser en privado; ella, con una sonrisa tímida accedió. Andamos unos pocos metros, no muchos, los justos para encontrarnos a solas y poder mantener una conversación en privado.

Ya había oscurecido en aquellos jardines de esa localidad británica que se levantaba como escenario de aquel mes de julio, nos sentamos en una de las barandillas que separaban el camino del césped; y comenzamos a hablar; ella me preguntó a qué se debía aquella conversación; le respondí que necesitaba hablar con ella, que estaba algo mareado por el asunto. Le miré a los ojos y le dije que me gustaba, que aquella tarde de sábado que habíamos pasado había sido una gran tarde, que había vuelto a pasar frío por las tardes, que la chaqueta abrigaba menos que sus brazos y que esos jardines eran más amables si estaba su sonrisa de por medio, que no me gustaría que fuera la última y que me encantaba su manera de sonreír y sus ojos verdes cuando me miraban fijamente, y que me gustaría intentarlo aunque fuera durante aquel mes en aquel lugar; ella me miraba, yo intentaba disimular mis nervios con una sonrisa, y entonces fue cuando ella me miró y me respondió:

-No sé, tengo dudas, la verdad es que el otro día me lo pasé bien, pero no creo que sea lo mejor; dependo de mi compañera de casa, ella lleva la llave, y tenemos que ir casi siempre juntas, y me sabría mal que tuvieras que ir a por mí a todos los sitios; además, me gusta ir a hacer el tonto con mis amigas, y no sé, además, piénsalo: de todas formas vamos a acabar mal, o bien que aquí nos acabamos peleando y acabamos de mal humor el viaje, o bien, que estemos muy bien, y luego nos toca volvernos a la cruda realidad, tú a Valencia y yo a Ávila…

-Pero, también prefiero disfrutar este mes, y que me quiten lo bailado, ¿no crees?

-Es que no es tan sencillo-replicó ella-No digo que no a repetir otra vez, pero no es que no es tan fácil, no te presentas aquí, me dices que te gusto, me prometes el mejor mes y ya se acaba, las cosas no son así, la respuesta es más complicada.

-Es sencilla , cincuenta por ciento de probabilidades que sí, cincuenta por ciento que no, no tiene más, matemática pura, como a ti te gusta-respondí intentando mostrar mi mejor sonrisa y ampliar mis posibilidades mientras yo le cogía la mano y ella lanzaba al aire esa moneda llamada incertidumbre a expensas de una respuesta.

-Se nota que eres de letras, te quedaste en las básicas, creo que es algo más complicado que un cincuenta, cincuenta, hay que contabilizar ciertas variables y otras tantas funciones que no sabrías calcular -y volvió a sacar otra de sus sonrisas pícaras al aire que yo tanto deseaba sostener en mí- me gustas y el otro día estuvo bien, pero… no es así como funciona esto; además, siempre podemos ser amigos y repetir alguna vez.

La miré a los ojos un instante eterno en el que escuché mi pulso aumentando su ritmo e intenté buscar las palabras que se habían quedado entre mis labios y sus ojos.

-¿Amigos? ¿Sabes? No deseo los labios de mis amigos, ni busco esconderme en sus ojos cada dos por tres, con mis amigos me encanta pasar el rato, jugar a fútbol y hacer bromas, contigo es otra cosa…

Se hizo un largo silencio mientras los dos fijábamos la mirada en un italiano que se acababa de tirar al agua a por la pelota. Al cabo de unas pequeñas sonrisas tras el hecho, interrumpí aquel silencio:

-En fin,-dije finalmente- piénsatelo y me das una respuesta cuando la tengas clara.

-Bueno, creo ya sabes parte de la respuesta…

-Igualmente, me gustaría que lo pensaras y me respondieras-dando fin a la conversación.

Entonces nos levantamos y ella se fue con sus amigas, yo me fui con los míos, que notaron al instante que no había obtenido la mejor de las respuestas.

Historia Bmth 2

Mientras andábamos por el paseo de la playa, mi amigo Rubén y yo, decidimos ir a por unas chicas que estaban en frente del muelle, la verdad es que mi amigo era muy bueno en esos lares, que quizás era su pelo rizado oscuro que le daba aspecto de italiano, su forma de sonreír o simplemente su forma de hablar de tratarlas; al acercarnos preguntamos si eran españolas, ellas nos dijeron que sí, que eran las del bus de noches pasadas; recuerdo que les dije que no me acordaba, ellas insistieron, quizás ese fue el enlace que nos llevó a iniciar una conversación decente con ellas. La mente se me abrió cuando una de ellas dijo lo del Mercadona, ahí me acordé de esa chica, era mona, no era de mi estilo, muy bajita quizás, muy poca vista, o esa fue mi impresión, recordé también a dos de sus acompañantes, pero curiosamente, no me acordé de la chica en la que más me estaba fijando en aquellos momentos, no podía situarla en aquel bus repleto de españoles y cánticos. La conversación comenzó a fraguar, llegaron más amigos nuestros y más amigas suyas; y con ello, la conversación se dividió en dos, por una parte, Ignacio, Rubén y yo con una canaria, una de Ávila y ella, también de Ávila, que seguía sin poder situarla en aquel bus de días pasados, y por otra parte, el resto de nuestros acompañantes con unas chicas que acababan de llegar. Nos presentamos, ellas eran una Yara, y las otras dos Irene; continuamos hablando, empezamos con pequeñas risas, primero Rubén me lanzó hacia ellas de un empujón y conseguí recortar distancias físicas colocándome a su lado, luego empezaron que si la de Gran Canaria decía ‘’guagua’’ en lugar de autobús, nosotros que si Rubén era italiano y se llamaba Marco, truco que por cierto, utilizábamos muy a menudo, y luego la mayor broma de todas fue que Ignacio era guey, y que aquel era su día en Inglaterra, cosa que nos dijeron ellas porque nosotros desconocíamos.

La conversación acabó en un ‘’vamos al centro a ver si encontramos la cabalgata’’; andando hacia allí pasamos por los jardines donde se encuentra el globo o Balloon que además de hacer de mirador si pagabas la entrada y te subían a dar una vuelta, servía como principal indicador en los jardines y en el pueblo, en general; en esos momentos, los jardines estaban llenos de estudiantes que disfrutaban de una agradable tarde soleada, una de las pocas que da Inglaterra. De camino a la plaza pasamos por ahí, yo me quedé más rezagado con ella, Ignacio y dos amigas suyas; nos empezamos a dar el número de teléfono, yo iba a su lado e Ignacio al mío, él también apuntó su móvil, aunque no me di cuenta. Yo seguía hablando con ella, hasta que me preguntó: ‘’ ¿te interesa alguna de mi grupo?’’ señalando hacia unas chicas que teníamos delante, yo le dije que no, que eran monas pero que no; mientras que Yara, la canaria, señaló en forma de pregunta a Irene, (la chica que iba a mi lado, no la otra que sí que situaba en el bus), yo hice un gesto que interpretó como lo que yo quería que interpretara, un sí, pero sin que ella, hablo de Irene, se diera cuenta; hasta que Yara soltó un: ‘’piensa quién le puede interesar…’’, ambos sonreímos mientras Yara cogía del brazo a su otra amiga y decía ‘’no os molestamos’’, a los que nosotros respondimos que entendíamos castellano y que entendíamos las indirectas.

Llegamos a la plaza, nuestros caminos parecían que se iban a separar, mis amigos querían ir al Tesco, un supermercado, a ver si quedaban unos Donuts buenísimos que se compraban en ese establecimiento, mientras que sus amigas iban a ir al McDonald’s a tomar un helado o unas patatas fritas; no quería separarme de ella, ahora no, mis amigos se fueron olvidándose de mí, bueno, sé que lo hicieron a propósito, pero casi sin avisar; y allí quedé con ella y sus amigas, nos miraron, y nos dijeron ‘’quedaos aquí, luego ya quedamos para volvernos’’; ella asintió.

Sus amigas se fueron, bueno, se quedaron en una esquina espiando hasta que ella les dijo que se fueran, mis amigos estarían en el Tesco, o quizás estaban espiando, pero fueron más disimulados. Nos acercamos a los bancos de piedra que rodean la plaza; no nos llegamos a sentar, le pregunté algo, no recuerdo el qué para romper el hielo, y luego ya fui más directo y pregunté si tenía novio; respondió que no con una sonrisa, tenía una boca preciosa, una dentadura blanca como la nieve, quizás a juego con su piel bastante blanca salpicada por unas cuantas pecas y por sus dos mofletes algo rosados; entonces fue cuando me preguntó lo mismo, y casi sin responder, la cogí de las manos, y la besé; fue un beso corto, estábamos en mitad de la plaza, y tampoco queríamos llamar mucho la atención; recuerdo que por mi lado pasó primero un amigo de Valencia que se llama Juan y me dio un toquecito en la espalda con el ánimo de saludar pero no de molestar; y luego pasó otra chica que habíamos conocido allí que era de Algemesí, que no me dijo nada pero que me miró y sonrió. Comenzamos a hablar, no recuerdo de qué exactamente, quizás no fuera nada importante, solo sé que la conversación salía sin ser forzada, y luego nos volvimos a besar mientras mis manos y las suyas se entrelazaban alrededor de su cintura. Me dijo de ir a los jardines que estaríamos más tranquilos y más cómodos; pareció leerme el pensamiento, así que le volví a coger de la cintura y la llevé a aquellos jardines que recorrían el centro de Bournemouth; no habían muchas flores en dicho jardín, césped más que nada, gente jugando en él, algún árbol, y casitas donde comprar un helado o una bebida.

Ya estaba oscureciendo cuando pasamos por debajo del globo blanco que vigilaba aquellos jardines, y llegamos a un trozo de césped donde no había tanta gente como en los otros, al lado pasaba un río donde días antes habíamos visto a un francés bajar a por nuestra pelota, ya que dicho río, no tendría más de un palmo de altura, eso sí, el agua estaba helada.

En aquel trozo de césped volvieron los besos, esta vez con más cariño, de vez en cuando ella dejaba un beso a mitad mientras soltaba una sonrisa pícara como intentando evitar mi boca, me volvía loco aquella chica; me encantaban sus labios finos, no podía parar de tocar aquella melena oscura ondulada que bajaba más allá de sus hombros, no podía evitar sonreír con cada sonrisa pícara que me soltaba, y menos aún podía evitar inundarme dentro de aquellos ojos verdes que brillaban en su cara como ya dije blanca y resaltada con pecas y mofletes rosados. No paraba de mirarle fijamente, ella reía, seguimos hablando, le corregía su laísmo, me hacía gracia esa forma de hablar, le daba un toque peculiar, le preguntaba por cosas de Ávila, ella se reía de mi pelo, decía que era tintado, yo le insistía en que no, que para nada, que lo era desde bien pequeño, y viendo que me picaba con esos comentarios, me cerraba la boca con besos que solo ella sabía dar.

La noche ya había caído, serían casi las 10 de la noche, y con la llegada de la noche, la temperatura fue descendiendo, y yo empecé a tener frío, frío que no pude disimular porque empecé a tiritar, la camisa que llevaba en ese momento no parecía abrigar lo suficiente; ella reía de nuevo, ‘’como se nota que no eres de Ávila’’ ; a mí me hacían gracia sus comentarios, se notaba que estaba acostumbrada al frío, bueno eso, y que llevaba una chaqueta, ella decía que sin chaqueta tampoco tendría frío, que si hacía falta me la dejaba; yo, muy caballero por mi parte, le dije que la situación tendría que ser al revés, el que dejara la chaqueta tendría que ser yo a ella, y no ella a mí, ella afirmó y volvió a reír mientras decía: ‘’es lo que pasa con los rubios tintados’’, otra vez me cambió la cara, y otra vez me calló con un beso, mientras yo seguía tiritando, volvió a ofrecerme la chaqueta de nuevo, le dije que no, que con que me abrazase era suficiente; ella lo hizo sin dudarlo un instante.

Así pasarían 15 minutos entre besos, diálogos, bromas y abrazos, hasta que vi pasar a mis amigos; bueno, no los vi, los oí, ellos dijeron que me podía quedar; pero miré el reloj y me di cuenta que me tenía que ir y ella también. Volvimos con ellos hacia la plaza, los dos cogidos, al margen de cualquier conversación de mis compañeros de viaje; mientras me decía que tenía un 8.4 de media en ciencias; yo le dije que las letras eran mejor, más bonitas, y con más utilidad; ella se burló de mi dato, mientras yo seguía dando mis argumentos con una sonrisa.

Llegamos a la plaza, y vio a sus amigas, me dijo adiós, pero ni un beso ni nada, me quedé mudo, pero bueno, quizás la chica era vergonzosa y delante de sus amigas no quería que nos besáramos; así que no di más importancia al asunto y seguí pensando en la maravillosa tarde que acababa de pasar. Paco, un amigo, me dijo que le había quitado la chica a Ignacio, y de ahí empezó una canción diciendo que yo le había levantado a la chica, aunque él ni mucho menos estaba cabreado, era todo una pequeña coña.

miércoles, 25 de enero de 2012

Pura España, sin justificación.

Y llegó el día 25 de enero de 2012 y Camps es declarado no culpable, o lo que es prácticamente igual a efectos prácticos, inocente. Tras días como hoy, y casos como este te das cuenta de lo que realmente somos y de lo que tenemos como país; y por supuesto te das cuenta que este país necesita algo, ¿el qué? aún no lo sé; sólo sé, que esto no puede seguir así.

¿Qué somos? Bien, tomo las palabras de Camilo José Cela para decir que somos un país de pandereta; somos el país del vicio por excelencia, de la chapuza, del aprovecharse del resto y del robo y la estafa por encima de todo; somos un lugar donde la clase política es solamente un cuento chino, una excusa para poder estar sentado en un sillón y llenarse de dinero los bolsillos mientras el ciudadano llora desamparado algo de justicia o simplemente algo de pan que llevarse a la boca y trabajo con el que sentirse realizado.

¿Qué tenemos? Tenemos una tasa de desempleo que roza el esperpento, una deuda externa que parece casi impagable, una fuga de cerebros que roza los niveles de la postguerra y la represión, un futuro negro, un gobierno con unas tijeras en las manos y una clase política que parece sacada de un guión de película tan exitoso como El Padrino. La corrupción parece ser la mayor cosecha de este país con casos como los de Julián Muñoz, el de Mario Conde o más recientemente el de los trajes con Camps y el de el yerno del rey, el ilustrísimo Duque de Palma, Urdangarín, que parece ser que no sólo la clase política se ha subido al carro de las ofertas de dinero extra en maletines de cuero a costa de los contribuyentes sino que hasta la propia familia del monarca ha tenido que subirse a él porque parece ser que el sueldo de los reyes no resulta del todo agraciado.

¿Qué necesitamos? Un cambio, una revolución, una remodelación, un inventario o quizás un cambio total de mentalidad y sobre todo una revisión a la justicia en España.

Sinceramente y para acabar, no quiero seguir viendo como cada vez más y más familias acaban en el paro mientras lobos con piel de Armani siguen llevando chófers, guardaespaldas y suculentos sueldos de por vida; ni quiero empezar a pagar por la educación ni la sanidad; ni quiero seguir pagando la vida de una familia entera sólo por llevar el apellido de unas personas que reinaron siglos atrás y que aún lo siguen haciendo, pero no gratis exactamente; y por último, no quiero seguir viendo más casos de políticos corruptos que salen impunes y con las manos limpias después de lucrarse con una actividad que más que para el bien del país, comienza a ser para la risa de Europa.
Al final tenemos lo que nos merecemos; esto en otros países no pasa.
La Revolución está cada día más justificada, lo sé, soy un soñador, pero no soy el único.

domingo, 22 de enero de 2012

Papá

Brilla la misma estrella,
la que verás a miles de kilómetros de distancia,
tu cabeza ya clarea, tu cuerpo envejece
mientras aún me guía tu mirada;
soy el reflejo de tu foto del pasado,
y tu experiencia lo es para mi mañana.
Los años nos pasan factura,
viven en nosotros fantasmas del recuerdo,
momentos fugaces que derriten en mis ojos,
llantos esperando verte aparecer,
palabras dulces que hacen de consejo,
buscar una respuesta sin palidecer.

Eres ese otro yo,
el que siempre quise ser,
el que no quieres que sea,
pero tan feliz te hace ver.
Eres mi ejemplo de anterioridad,
la mirada calculadora tras el retrovisor,
el escudo humano hecho de metal,
eres la voz constante que me anima,
el orgullo de parecerme a ti
oir que la gente me lo dice;
eres las lágrimas cada dos domingos,
tus respuestas a mis preguntas en el coche
y las llamadas en espera con mensaje de voz en el contestador.

Sigue brillando esa estrella,
la que hace que suspire,
la que no se refleja en mi ventana,
la que me hace marcar tu número
y llorar hasta dormir de agotamiento y nostalgia.

Mañana no sé si brillará esa estrella,
sé que volverá a hacer calor en Venezuela,
en Valencia quizás salga el Sol,
andarán por Caracas despreocupados
Chavez y algún otro ladrón,
y yo marcaré de nuevo tu nombre en mi agenda
y morderé mis labios para evitar sentirme así de ridículo,
la verdad es que no sé por qué,
pero me sigue doliendo enero,
quizás sea el estrés y su veneno,
el sueño, la ciudad y sus exámenes,
o tal vez, será que te echo de menos.

lunes, 16 de enero de 2012

Historia Bmth1

Todo empezó antes de lo que yo creía, aunque yo eso, hasta el día siguiente no me di cuenta. Volvíamos a casa en el bus de las 10 y media, que era el que teníamos que coger para estar en la hora que la organización mandaba en casa. Aquel bus era el 5-A, era el que más cerca de casa nos dejaba, y casi el único que podíamos coger; tan sólo el 5-B podía sustituirle según qué días. El caso fue que era uno de nuestros primeros días en aquel pueblo británico, nos llamaba la atención la cantidad de españoles que había allí, así que teníamos que dar un poco el cante; en definitiva, que nos pusimos a cantar canciones populares dentro de aquel autobús. ‘’Yo soy español’’, ‘’¡¡Camarero!!’’ o canciones sobradamente conocidas para un español amenizaban nuestro trayecto con la colaboración de todos los españoles que gritaban en el piso de arriba de aquel bus, y torturaba a ingleses y demás nacionalidades que no tenían la culpa de haberse encontrado con aquello.

Cuando el repertorio se acabó, o más bien, la voz que nos quedaba ese día, comenzamos a hablar con unas chicas que teníamos al lado. El principio casi siempre era el mismo, que si ‘’ ¿de dónde sois?’’, que si ‘’¿con que academia venían?’’, ‘’¿cuánto tiempo?’’… en fin, preguntas típicas para romper el hielo que sirven de información básica. Las respuestas fueron simples y con una coletilla preguntando ‘’ ¿y vosotros? ’’. Eran de Ávila, venían con Interway, se quedaban hasta el 28 de julio, y tenían nuestra edad. Nosotros respondimos lo que tantas veces tuvimos que responder en un futuro: ‘’Somos de Valencia, venimos con Lingua Experience, y nos quedamos hasta el final de mes’’; siempre teníamos que dar la explicación de qué era Lingua Experience y de que estábamos en la Universidad a pesar de no ser universitarios; pero era divertido.

Entre aquel grupo de chicas estaba ella, aunque yo no me diera cuenta, así que contaré el trayecto sin enunciarla a ella, no puedo contar nada sobre ella todavía.

El viaje en bus se hizo corto, nos lo pasamos bien, aunque no me llamó la atención ninguna; recuerdo que mi buen amigo Paco, soltó una de las mejores frases al decir donde vivían en Ávila, él dijo: ‘’Vivís al lado del Mercadona’’, ellas le miraron incrédulas creyendo que sabía realmente dónde vivían o que conocía Ávila; pero no, fue tan sólo una frase ya que según él, ‘’en todos los sitios hay Mercadona, y siempre tienes uno cerca’’. Con eso se podría dar por terminado nuestro viaje con ellas; luego ellas se bajaron, y nosotros casi al final del trayecto hicimos lo propio.

Pasaron 3 ó 4 días, no más, quizás incluso menos, pero el resultado fue que nos plantamos en un sábado soleado; supuestamente en mi host family era domingo porque como al día siguiente tenía excursión no podían hacer la comida especial de los domingos así que la hicimos el sábado, sí, lo sé, no tiene nada que ver en la historia pero quería decírtelo.

Como decía el día había salido bueno, y como de costumbre, después de cenar a las 6 de la tarde, salimos a dar una vuelta por el centro o por el paseo de la playa, y allá que fuimos, primero en la plaza y luego por la playa; además, nos dimos cuenta de que aquel día había algo extraño en la gente, como descubrimos después, era el día del orgullo guey, y por ello, mucha gente iba disfrazada. Mientras andábamos por el paseo de la playa, mi amigo Rubén y yo, decidimos ir a por unas chicas que estaban en frente del muelle; al acercarnos preguntamos si eran españolas, ellas nos dijeron que sí, que eran las del bus de noches pasadas; recuerdo que les dije que no me acordaba, ellas insistieron, quizás ese fue el enlace que nos llevó a iniciar una conversación decente con ellas. La mente se me abrió cuando una de ellas dijo lo del Mercadona, ahí me acordé de esa chica, y de 2 de sus acompañantes, pero curiosamente, no me acordé de la chica en la que más me estaba fijando aquella tarde, no podía situarla en aquel bus repleto de españoles y cánticos. La conversación comenzó a fraguar, llegaron más amigos nuestros, y más amigas suyas; y la conversación se dividió en dos, por una parte, Ignacio, Rubén y yo con una canaria, una de Ávila y ella, también de Ávila, que seguía sin poder situarla en aquel bus de días pasados, y por otra parte, el resto de nuestros acompañantes con unas chicas que acababan de llegar. Nos presentamos, ellas eran una Yara, y las otras dos Irene; continuamos hablando, empezamos con pequeñas risas, primero Rubén me lanzó hacia ellas de un empujón y conseguí recortar distancias físicas colocándome a su lado, luego empezaron que si la de Gran Canaria decía ‘’guagua’’ en lugar de autobús, nosotros que si Rubén era italiano y se llamaba Marco, truco que por cierto, utilizábamos muy a menudo, y luego la mayor broma de todas fue que Ignacio era guey, y que aquel era su día en Inglaterra, cosa que nos dijeron ellas porque nosotros desconocíamos.

La conversación acabó en un ‘’vamos al centro a ver si encontramos la cabalgata’’; andando hacia allí pasamos por los jardines donde se encuentra el globo o Balloon, yo me quedé más rezagado con ella, Ignacio y dos amigas suyas; nos empezamos a dar el número de teléfono, yo iba a su lado e Ignacio al mío, él también apuntó su móvil, aunque no me di cuenta. Yo seguía hablando con ella, hasta que me preguntó: ‘’ ¿te interesa alguna de mi grupo?’’ señalando hacia unas chicas que teníamos delante, yo le dije que no, que eran monas pero que no; mientras que Yara, la canaria, señaló en forma de pregunta a Irene, (la chica que iba a mi lado, no la otra que sí que situaba en el bus), yo hice un gesto que interpretó como lo que yo quería que interpretara, un sí, pero sin que ella, hablo de Irene, se diera cuenta; hasta que Yara soltó un: ‘’piensa quién le puede interesar…’’, ambos sonreímos mientras Yara cogía del brazo a su otra amiga y decía ‘’no os molestamos’’, a los que nosotros respondimos que entendíamos castellano y que entendíamos las indirectas.

Llegamos a la plaza, nuestros caminos parecían que se iban a separar, mis amigos querían ir al Tesco, un supermercado, a ver si quedaban unos Donuts buenísimos que se compraban en ese establecimiento, mientras que sus amigas iban a ir al McDonald’s a tomar un helado o unas patatas fritas; no quería separarme de ella, ahora no, mis amigos se fueron olvidándose de mí, bueno, sé que lo hicieron a propósito, pero casi sin avisar; y allí quedé con ella y sus amigas, nos miraron, y nos dijeron ‘’quedaos aquí, luego ya quedamos para volvernos’’; ella asintió.