miércoles, 18 de diciembre de 2013

Diciembre

Ni fríos ni nubes son titulares entre tus sábanas,
ni las lluvias en las colas paradas infinitas,
los meteorólogos nos dictan optimismo
dando datos negativos en forma de subida

me miras de lado y sonreímos,
cogemos con fuerza la pancarta que nos tapa,
hay gritos de ánimo juvenil y protesta,
llantos al cerrar la voz que nos amamanta.

Llenamos de nuevo centros comerciales
estándares de navidades y celebraciones,
alguien anuncia su oferta por la tele:
"gobernamos por usted sin corrupciones";

ágoras de pueblos con somnífero
que miran los libros con desconfianza,
los sueños de utópicos que murieron,
las ilusiones de locos que asaltan plazas.

Pones el acebo entre mis manos,
busco tu reflejo rosado entre todas las estrellas
de todos los árboles de Navidad
mientras un niño mira la chimenea y espera;

ya no son fechas de regalos e ídolos caducados,
no hay turrones para la libertad de los pueblos
sigue encarcelada el águila de Saladino
se ahoga Belén en forma de zona cero.

Se ruegan luces que nos guíen
entre pesebres, puentes y ciudades,
buscamos abetos que florezcan en diciembre
voces que hagan cantar las calles.





martes, 26 de noviembre de 2013

Carta de un náufrago de ayer

"Querido amigo, te sorprenderá leer esto; soy yo, el náufrago de ayer, el de hace un año, el que lloraba y no se podía levantar de aquel banco, ¿recuerdas? Porque yo sí, esas cosas no las olvido, no se olvidan. 

Llovía como nunca, nunca ha llovido así, de hecho, no sé ni siquiera si llovía; pero la ciudad era puro oleaje; chapoteaban en cada esquina los errores cometidos, ningún momento bueno era suficiente madera para agarrarse, estaba sumergido en mí mismo; yo era el problema y mi única medicación. Otros disfrutaban de besos en despedidas, de otros eran los momentos de manos entrelazadas y palabrería imantada. Vagué a la deriva hasta que caí en aquel banco; para que luego digan que los bancos no salvan personas; aquel banco es especial, lo sabes, lo sabemos; es nuestro banco, antes era el tuyo, el vuestro, ahora yo soy otro más, quizás te lo deba a ti también, quizás no, seguro. Hice señales de humo, no había nadie a la vista, como dije, llovía mucho, no llovía nada, ya dije que nunca había llovido así; y de repente, de entre todas las nubes, tú. No pedías nada. No dudaste. Ni siquiera tardaste. Nunca vino mejor tal mano. 

Aquel día ella estaba lejos de mí, y yo no estaba cerca de ella; yo aún no era una casualidad en su destino, ni ella magia en mi rutina; dormía, besaba y pensaba en otro; yo procuraba no pensar en nadie. 

Hoy te escribo esto porque, en el fondo, has sido otro náufrago que necesitó la mano para salir, y que quizás, todavía la necesites. Hoy quiero darte las gracias, se está bien en esta playa y parte es culpa tuya; quiero decirte que los náufragos no olvidan, que bebemos de esos recuerdos, nos dan vida. Tal vez estés ahora lejos de la playa que corresponda, pero llegarás, no te agobies, no quieras que el tiempo pase sin más; seguramente habrá islas de por medio, algún que otro espejismo, algún que otro oleaje, pero siempre estaremos los barcos de siempre al lado para ayudar. 'Hoy es siempre todavía', decía Machado, ya llegaremos, ya llegarás, mientras tanto, agárrate fuerte, agarrémonos fuerte y disfrutemos del paseo, que eso es la vida, que estamos más vivos cuánto más nos salimos de la vía de la normalidad, eres así, somos así. 

Gracias de nuevo,

Firmado: el náufrago de ayer". 





sábado, 16 de noviembre de 2013

En venta

Suena la música del baile de uno,
del pecho a los dedos,
tiembla el suelo, grita el sueño,
ojos que pesan mienten,
ella no danza en su calma,
no le susurra palabras narcóticas,
no le arrebata una fiebre fría,
el mundo se detiene, y en su cama escribe.

Cantan versos sin rima al aire,
no hay agonías en sus letras,
no se oyen pueblos clamando exigencias,
ni conciencias ensuciadas 
por crímenes a los que dejó sin voz,
el mundo sigue y gira,
él se sube al carro y escribe. 

Faltan canales en sus Venecia,
no hay olés para el toro
que gime por el rayo que no cesa, 
no espera doña Elvira
ni estudiantes ni fantasmas,
ni navegan cañones por banda
no hay sostenidos en su piano
ni Eloísa que los atienda.

Ni teclados ni medias tintas
acompañan a dedos sin sentimiento,
no hay pan para utópicos
ni eternidad para vendidos,
abundan carteles de almas en venta,
letras ensangrentadas como diamantes
llenan folios en libretas vacías
de quien escribe sin verter la sangre. 






 

viernes, 1 de noviembre de 2013

Rutinas de producción

Ya ves, comienza otoño,
otra vez el baile de hojas cayendo de hombro en hombro,
como ayer, como el año pasado, como mañana,
no hay quien les dé el alto
ni quien les pida identificación,
bajan, bailan en su caída y se posan,
como mis labios bajo tu piel,
como estos versos en tus oídos,
como mi voz en off sobre tus dedos.

Ya veis, las manos agarradas,
los gorros, gabardinas y  boinas,
el Sol escurridizo que no trasnocha,
las flores envejecidas que ya no lucen,
los días de apuntes y clases frías,
los "últimas noticias" y "curiosidades",
la primavera en utopía,
los libros de sabor obligado,
mis prisas, tus "cinco minutos más",
el calor a invierno de esta ciudad.

Pues sí, tos a tráfico y máquina de café,
titular, lead y segundo párrafo,
cola en el centro comercial,
manifestación de moda, gasto y complementos,
tinta de expediente de regulación,
currículum en el contenedor.

Rutinas de producción
aguardando este otoño,
más tú sonríes y rompes las normas,
inventamos un nuevo esquema,
volvemos a poner nuestros nombres sobre el mapa,
lanzas besos al aire que tiñen de verde el paisaje,
manos firmes, pancartas llenan calles,
los "hoy ceno contigo, hoy revolución",
pasos de salsa que no pisan pies,
las pieles como abrigo, tus labios, salvación;
tu mirada resucitando al Sol...
pues no es más destino la imposición
sino la que se cree por tradición.






miércoles, 30 de octubre de 2013

Arrugas en la lucha

Para los iaioflautas, por su inspiración,
su ejemplo, su valentía y por darme más fuerzas
para seguir con la lucha.

Tocados por el tiempo y las arrugas en sus pieles,
mantienen la mirada firme
pese haber luchado su batalla. 

Ni las derrotas les han hecho quebrar la ilusión, 
ni las victorias anclarse en el conformismo. 
Levantan la voz como cualquier joven indignado, 
sostienen su pancarta con la esperanza de cualquiera 
que imagina un mundo mejor 
y llenan las calles con el coraje de ser ejemplo de rebeldía.

Las heridas abiertas de una guerra entre hermanos, 
las libertades robadas por los vencedores, 
la búsqueda de la memoria, 
las universidades llenas de mayo del ’68,
la oposición contra Vietnam, las manifestaciones pro-democracia, 
las carreras ante los grises, los ‘no pasarán’, 
los libertad, amnistía y estatut de autonomía, 
la liberación de la mujer, la igualdad homosexual, 
la indignación colectiva y las plazas ocupadas.


Todas las luchas han pasado ante sus ojos, 
las han sentido entre sus dedos, 
el viento del cambio les sopla de frente 
cuando en verdad, 
son ellos los que han estado soplando, 
y siguen, 
y las hojas del pasado comienzan a ser arrojadas, 
los viejos grilletes se rompen, 
dejan paso a las flores de esta nueva primavera, 
primavera que no podrán cortar, 
primavera conducida por lluvia vieja, 
que hoy se hace más joven que nunca.

La lluvia que trae las flores para los utópicos
y las espinas para todos aquellos
que se hacen basar en los mercados;
ellos, son la vejez hecha juventud,
la experiencia hecha desobediencia, 
la edad hecha coraje 
y la jubilación convertida lucha.

martes, 10 de septiembre de 2013

Tiempo

Tiempo; la rueda que gira
Y se nos avecina encima,
Las palabras que inician aventuras
Las miradas cómplices,
El sentirse arrollado viendo
Que la infancia pide cubatas
Y la dulzura de las casa muñecas
Ahora viste tacones.

Tiempo; "os pondrá en el lugar"
Mas viejos y cansados nos dicen
Chamanes de edades y experiencias,
Se van los parques del jugar,
Las lagrimas de decepciones primarias,
No somos los de antes, pero sí los de siempre.

Tiempo; el suspiro entre cancion y cancion
La risa mantenida entre portales
Los nervios tiritando en un avion;
Los recuerdos de historias compartidas,
Balones perdidos entre plantas
sueños rotos en botellas vacías,
Las llamadas con olor a tierra mojada.

Y ahora que tiempo no es más
Que otro agente externo x
De lo que llamamos amistad,
Cambias del sabor de boca,
Reniegas de la cuarta oportunidad,
Miras al frente y continuas,
Cuerpo recto y caminando,
Seguimos siendo los mismos,
Mas cansados pero mas vivos,
¡En pie, hagamos infinitos! 
Al final, solo es tiempo, 
Tiempo que al tiempo pedí,
Todo el tiempo que nos queda por vivir.

lunes, 19 de agosto de 2013

El largo viaje

Ruido de ruedas sobre railes,
Vagones en movimiento
Estaciones, mochilas a cuestas,
Periódicos del día sin leer,
Viajeros, pasajes, prisas,
Paneles, horarios, retrasos,
Seguimos en el camino,
Barcelona es recuerdo en la retina,
Siluetas lejanas de mes de julio,
Primera parada de un tren al horizonte.

Sonríes en el reflejo de la ventana
Cogemos velocidad
de nuevo, busco tu mano 
Como la bombilla inocente
que rompe en mil pedazos
la sombría oscuridad,
Como la manta
que protege del miedo al niño, 
En tus ojos, no hay temores.

Somos aventureros entre sonrisas,
Puertas cruzando el muro de tu piel,
Las palabras a mitad de decir,
La sombra de los besos entre andenes,
Sábanas revueltas, sueños compartidos,
las miradas cruzadas en un futuro;
Un beso, sentimientos, sensaciones:
Continuamos el largo viaje.

lunes, 15 de julio de 2013

Decisiones

Al igual que escribir y caminar
lo difícil en las decisiones
es afrontar el inicio,
saber mirar lo que se gana,
asumir lo que se puede perder,
y entonces, sacar las cuentas correspondientes,
como un encaje de bolillos,
como un balance en el que activo y pasivo
lo forman mente, egoísmo y corazón;
así, si los primeros pasos son perezosos,
algo torpes y faltos de precisión,
y las líneas iniciales faltas de contexto,
las decisiones son dubitativas y temblorosas,
sin referentes ni resultados,
palabras basadas en optimismo sin ciencia,
pasos sobre un futuro en humo.

Es la vida y sus acordes
lo que resuena en cada elección,
vencedores y vencidos
cantan y lloran a destiempo,
faltos de resultados y caminos;
como en un poema sin rima ni orden,
agarrados a la barandilla frente al acantilado
con las dudas del segundo beso en la cabeza,
los sube-y-baja, los van-y-vuelven,
los tachones en una hoja sin sentido,
el sudor del despertar de un sueño,
alzar la voz defendiendo las utopías,
el ritmo del latido acelerado
antes de la metralla de palabras,
pues no es el hecho del principio
lo que se llora o se canta
sino el reto de estar vivo
lo que inclina la balanza.

domingo, 19 de mayo de 2013

Mayo

Ni todo en este viaje son victorias
ni las derrotas suman cero,
las resistencias son enseñanzas,
las luchas experiencia y
las derrotas y errores
son los libros que nos regala la calle,
y ni el fin justifica los medios
pero si he acabado conduciendo a tu lado
bendigo todos los tropiezos en el camino.

Mayo aparece serpenteante en el calendario,
un agua que parece traída de atrás,
continúan los palos en las calles,
mi expresión seria leyendo el diario,
sigue en obras la revolución de primavera
mientras escavadoras y perros del capital
tiran abajo los pasos de la historia,
de ancestros, abuelos, padres y madres,
de todos aquellos que vieron en la utopía
la forma de vida no quimérica.

Sigue el silencio a vacío tras los llantos
del desalojo en otra casa,
el ambiente apesta a expediente de regulación,
a la cabeza baja en la cola del paro,
las ofertas que no llegan,
maletines invisibles que encomiendan su alma
al Dios ausente de los mercados;
y arde Palestina en la indeterminación,
en el pasotismo internacional de quien es opresor,
mientras otra mano tiembla en la puerta del súper
pide ayuda, clemencia y salvación
quizás solo hasta mañana.

Pero los balcones se tiñen de florido tricolor,
nuestras carreras levantan adoquines,
y aunque seguimos sin descubrir la arena de playa
y sin convertir los muros en chocolate,
la sonrisa muestra símbolos de futuras victorias,
somos más y más fuertes,
se debilita el poder bajo nuestra voz,
su yugo duele pero no ahoga,
y tú me miras y me besas,
dejamos de soñar para cambiar la realidad,
el miedo cambió de bando.




domingo, 14 de abril de 2013

De cerca

Vuelve a invadirnos poesía,
la fuerza mística que olvida temores
y cocina sueños a fuego lento,
la de arder entre las lluvias de un abril sonriente
y la magia de noches de luces sin lunas,
las heridas curadas con saliva
y la suerte del dos en camas desordenadas;
y tú, la tigresa de las heridas del pasado, danzas,
te mueves entre mis abrazos recompuestos
entre los silencios de las palabras que no hace falta decir,
miras y ríes mi tartamudez y mi torpeza,
las palabras al oído, los pies sobre sofá;
y a lo lejos, gritos de bestias,
animales opresores que civilizados en traje
dictan entre billetes sentencias como verdades,
ellos mandan, a lo lejos,
nadie canta, nadie grita, nadie pregunta por los dos, 
a lo lejos, somos alguien, no nosotros,
pero nos da lo mismo, nos da igual,
porque me veo en tus ojos, de cerca, muy cerca,
golpea la puerta el viento, pero está lejos, 
y la música suena y te tengo entre mis labios,
estoy cerca, estamos muy cerca, nos rozamos, somos uno,  
desnudas las almas siguen dejándose llevar por poesía
por la pura realidad del momento de fantasía,
nuestras ropas desde el suelo nos saludan,
escribimos en nuestras pieles el futuro,
somos los habitantes de nuestro de un mundo aparte
en el que de cerca, todo vale. 








martes, 2 de abril de 2013

Abril

La luz del flexo parpadea incesante,
buscan mis ojos las rimas hacia tu sonrisa
la métrica para apaciguar los miedos,
la magia de vivir de huidas,
y la televisión soltando chispas encendida
grita y maldice al libro sobre la mesa,
claudica en su empeño de informar
desarma otra revolución de primavera,
palabra de banquero, ladrón de traje blanco
cuenta aventuras de reyes y yernos,
yates, primas de riesgo, desempleo,
ángeles maldiciendo estos infiernos;
y pasamos de nuevo por vacío,
nadie habla de nosotros dos,
de mis dedos sobre tu cintura
del baile de la luna en el salón,
nadie cuenta como me miras,
no hay cuchicheos que canten nuestros besos
ni coros a las dudas y preguntas
ni críticas a quemarse en este incendio.

Nosotros muy abril y el mundo tan marzo,
se encuentra al borde del mismo precipicio
anclado en un viento que derrumba,
que tira abajo ventanas y edificios;
y nosotros quemando canciones,
pisándonos los talones entre compases,
fumándonos el tiempo a mordiscos,
construyendo en el aire mil y un planes;
y sin embargo, primavera golpea de nuevo el cristal,
nos trae misivas a un futuro posible,
a la utopía de los cambios y juventud,
a encadenarme en tu pecho y sentirme libre;
y volvemos a teñir de color madreselva
los versos de Neruda y los abrazos,
los 'duerme esta noche conmigo',
mis dedos memorizando tu cuerpo al tacto;
otra vez primero de abriles y lluvias,
soles de algodón, flores de jardín,
nosotros ignorando el televisor,
bailando otro 'Stand by me'.







miércoles, 20 de marzo de 2013

La historia del médico y la tigresa de Bengala

Ardía la noche en el parque
donde el médico fijó su mirada
y sacó de la mano a bailar
a la temida tigresa de Bengala,
la de la piel llamativa y tentadora,
la de la mirada dura e infinita,
labios rígidos, oasis de locuras
y en sí misma, su herida.
Ensimismado se encuentra el médico
con el dolor pasado en el brazo,
recuerdo de aventuras anteriores
de zarpazos de tigres siberianos.

"Un, dos, tres", canta él;
comienza a ceder la tigresa,
que sella en besos sus no pensar
llevando el miedo de bandera;
suena suave el violín de la noche,
la Luna actúa de estrella solista
ulula pausado el viento en verso,
los dos bajo la misma chispa,
bajo la mirada eterna sin palabras,
bajo el minuto incesante de otro beso,
las manos frías entrecruzadas
y el posterior reconocimiento de los cuerpos.

De nuevo, el médico acerca la mano
le demuestra que se quiere curar,
que nada ha de ser como antes
que lo suyo se puede conjugar;
y ella le mira como a un loco de novela,
dudando de si tiene razón o falló,
piensa en si atreverse o huir,
piensa en si besarle o no,
cuando el reloj les golpea a ambos
y el sombrero negro de su noche
da paso a los momentos finales
de los amantes y sus roces,

y el  tigre de Bengala
con sus garras y su primer zarpazo
vuelve a la jaula del temor
y espera con incertidumbre otro paso,
mientras el obnubilado médico
paralizado ve marchar su tintineo,
busca las palabras necesarias
para volver a sentir su pestañeo;
al final, beso y esperar otra huida,
con la duda del dónde quedará,
si habrá historia o cobardía,
o si al final, el médico la curará.










viernes, 15 de marzo de 2013

Orquídeas en la noche

Hoy, se agolpan los silencios en las líneas
de los versos que no te escribí
cuando nos comíamos la noche a besos
y probaba el sudor de tu carmín,

hoy gritan las palabras sin autor ni dueño
al periplo de sonrisas y deseos
cuando en los más profundo de tu almohada
construíamos a caricias tu mausoleo;

hoy, la canción del himno a tu cuerpo
se queja de no haber sido cantada,
de no tener pentagrama ni letra
y ser solo imaginaciones de cama.

Hoy, veintidós soles y siete lluvias después
de cuando fuimos más que tempestad,
yo me empeño en fruncir el ceño y escribir,
tú en leer y olvidar recordar. 

jueves, 7 de marzo de 2013

Oda a la multitud que grita

Aprendimos a hacer temblar la calle,
atrás quisimos dejar los días raros,
cuando la televisión nos mandaba,
cuando el miedo quemaba las manos,
agarrotaba los labios y la garganta
y nos ponía ronca la voz;
pero aprendimos a dar portazo al destino,
a entonar todos la misma canción;
queremos ser mayo del '68,
ser rosas, ramos y espinas,
la piedra en el zapato del que manda;
la oda de una multitud que grita.

Da igual plaza, calle o avenida,
volvemos a hacer vibrar el asfalto,
a resonar en bancos, salas y reuniones,
a que canten adoquines a nuestro paso,
porque aprendimos a ser 'equis' en ecuaciones,
a no dejar dormir a los que impiden soñar,
a huir de clase y defender el pupitre,
a reivindicar que queremos volar;
mientras el cielo se privatiza
y el café nos sabe a recortes,
a esfuerzos, agencias de calificación y discursos,
perdemos derechos, trajeados ganan sobres;

pero hemos abierto los ojos,
al fin y al cabo, despertamos
se nos pasó el efecto analgésico
del mordaz somnífero de los mercados;
somos juventud, pequeños revolucionarios,
con libros e ideas,  sin fusiles ni balas,
pancartas, 'lo público', quimeras,
frases, gritos y ejemplos de Guevara,
somos juventud, ¿que coño miedo?
incendiemos la Luna si no sale el Sol,
no pongamos precio a nuestra vida,
sonreíd, hoy revolución,
la de la oda a la multitud que grita.





lunes, 25 de febrero de 2013

Barcelona

Los acordes invadían la plaza,
cantaba la Luna en lo alto
no eran lamentos ni nanas
sino flamenco, rumba y tango;

Barcelona se dibujaba en la noche,
las Ramblas serpentean hasta nosotros
y una historia que se esconde
bajo la luz artificial de aquellos focos,

una argentina y sus amigas,
mochila a cuestas por Europa,
ojos de mar y de vida,
cabellos rojos como su boca,

y entonces una mirada esquiva,
una sonrisa de soslayo,
algo más que la guinda,
la voz de aquel americano,

perito en trenes y esperas,
en amores de hola y despedidas
en lluvias de septiembre y primaveras
y en viajes con oscuras embestidas.

Yo miraba el ir y venir de gestos,
su mano debajo de la falda
lo que pudo ser el primer beso
el lenguaje de dos sin palabras;

ni falta hicieron un par de canciones del maestro,
ni golondrinas ni mensajes de amor,
sonrisas al oír "yo soy el viento",
guiños al escuchar "tú y yo";

después siguió el embrujo de Barcelona,
labios devorados hasta el hotel,
"quédate conmigo, no me dejes sola"
otro beso, "hazme tuyo" dijo él;

temblaron los cimientos de sus mundos,
crecieron flores en sus vientres,
cayeron rayos entre sus cuerpos desnudos
murieron entre gemidos dudas pendientes.

Y amaneció nublado el Tibidabo,
lloviendo a verano despertó el puerto,
no había rastro de aquel americano,
se fue entre la nocturnidad y el sueño;

ella tomó su mochila y su recuerdo,
comentó su suerte con la almohada
gritó su nombre y suspiró su cuerpo,
y descubrió que ayer no había mañana.


Canción de ida para una vuelta


(Para la voz, la guitarra y el sonido a eco en la habitación; porque algún día vuelvan a inundar los espacios nuevas canciones)

El sonido a eco callado
Vacía otra vez la habitación
De nuevo me descubro
Buscando entre los cajones
El recuerdo de tu voz,
Y entre las esquinas
El rastro de la guitarra
Que nombrabas en aquella cancion,
Mientras en mi cabeza resuenan
Las notas del ultimo concierto
Al que nunca pude asistir,
Ese grabado a tinta en almanaques
Perdido entre muñecas y cantantes
Entre gritos dedicatorias y quienes,
Entre grupis, músicos y reyes.


Sin embargo, los papeles viajan al norte
El sur quedó en segundo plano
No hay partituras en el horizonte
Cantar era solo una afición
Una flor, un desliz, un honor
La excusa de amores y mentiras
Las verdades de cafes y huidas
Los vaivenes vencidos y olvidados.
Los solo escribo si me enfadan
Y la adultera ilusión Infantil
De creer en los cuentos de hadas.


Pero seguimos esperando
Propios, arrogantes y extraños
Porque la habitación sigue sonando a hueco,
A libros sin sentido, apuntes descoloridos,
A barcos hundidos en tus charcos,
Al sofá de letras abierto por la mitad
A recordarte una vez más.

Tararea el viento tus acordes,
Mi cuco aprendió a entonar en do
Y el despertador quiso ser no
Y solo se quedó en suerte,
En memorias de quien adolece y envejece
Pero el espejo no refleja tus partituras
Ya no se empaña al ritmo de tus versos
Y en mi rebota la idea
De Quien pudiera hacerte sentir nuevos amores
Para escuchar de nuevo tus canciones.

jueves, 14 de febrero de 2013

Perfecta.

Perfecta; eres perfecta,
aunque tu marido no lo vea así,
aunque te lo niegue al verte,
estás perfecta, ni sobran quilos
ni faltan horas de sueño;
no hay años de más,
ni errores en tu peinado;
estás perfecta, aunque él no lo piense,
no son tus ronquidos lo que le impiden dormir,
no es tu voz la que lo hace sufrir,
no es tu cuerpo por el que ya no se excita,
ni tus ojos el motivo por el que no te mira.

Estás perfecta, hazme caso,
un olvido lo tiene cualquiera,
no llores ni maldigas tus fallos,
no grites en silencio sus pasos,
no ahogues sus golpes en tus penas;
estás perfecta, con golpes de más,
con pieles que caen en forma de años,
en forma de gritos y silencios
del duro cloroformo del recuerdo;
levántate y escríbele al mundo,
que eres perfecta, que estás perfecta,
que los daños no apagan tus ojos,
que los insultos no dan más de sí,
que no pueden callar tu canto,
que sigues besando al futuro,
y que elegiste vivir.

Ahora abre los ojos y grita,
que sigues estando perfecta,
que el fallo es él,
que siempre lo fue;
que ni las marcas en los brazos
te impidan extender las alas,
ni los arañazos del pasado
pensar que aún nos queda esperanza,
porque hoy y tras todo,
estás perfecta y no hay nadie que lo niegue
ni hay nadie que te pegue.