sábado, 16 de noviembre de 2013

En venta

Suena la música del baile de uno,
del pecho a los dedos,
tiembla el suelo, grita el sueño,
ojos que pesan mienten,
ella no danza en su calma,
no le susurra palabras narcóticas,
no le arrebata una fiebre fría,
el mundo se detiene, y en su cama escribe.

Cantan versos sin rima al aire,
no hay agonías en sus letras,
no se oyen pueblos clamando exigencias,
ni conciencias ensuciadas 
por crímenes a los que dejó sin voz,
el mundo sigue y gira,
él se sube al carro y escribe. 

Faltan canales en sus Venecia,
no hay olés para el toro
que gime por el rayo que no cesa, 
no espera doña Elvira
ni estudiantes ni fantasmas,
ni navegan cañones por banda
no hay sostenidos en su piano
ni Eloísa que los atienda.

Ni teclados ni medias tintas
acompañan a dedos sin sentimiento,
no hay pan para utópicos
ni eternidad para vendidos,
abundan carteles de almas en venta,
letras ensangrentadas como diamantes
llenan folios en libretas vacías
de quien escribe sin verter la sangre. 






 

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