jueves, 28 de julio de 2011

Bournemouth 2011

Hoy me vuelvo a encontrar con la misma situación que hace casi un mes, la de hacer la maleta; y otra vez tengo problemas con lo que voy a meter en ella, lo que me pueda caber o no, o que meter primero y de que manera meterlo. Creo que empezaré por la ropa, sí, esa capa supérflua que se necesita para ir de viaje; creo que no me cabe, son todos mis compañeros de viaje, ellos han sido la verdadera chaqueta los días que hizo frío, ellos han sido el chubasquero cuando nos ha llovido, que lo ha hecho y bastante,y por supuesto, ellos han sido la camiseta más alegre y risueña cuando salía el Sol o cuando la Luna nos ofrecía una buena noche en su regazo, sé que será imposible llevar toda esa ropa en mi maleta de vuelta a Valencia pero también sé que sin toda esa ropa no habría podido aguantar de esta manera un mes aquí, creo que continuaré por los regalos, aunque estos no pesen en el mostrador de facturación, sí que tienen su peso y su volumen en mi maleta, hablo de los regalos que me han hecho cada día mis compañeros, son todos los momentos que me han dado sin ningún tipo de contraprestación, son todas las horas que hemos gastado en los autobuses, son todos los momentos debajo del Balloon, son todas las partidas de cartas, todas nuestras discotecas,todos los planes bien sean meditados o improvisados, nuestras lanzadas de caña, nuestros viajes al McDonalds o al KFC, nuestras visitas guiadas a bares o restaurantes para ver la F1, todas las canciones cantadas 'a capella', y todas aquellas frases que quedarán para completar vivencias, experiencias, risas ,comentarios futuros y que por supuesto quedarán guardadas en la memoria aunque sea por un corto período de tiempo. Después de los regalos, metería los souvenirs que he conseguido para recordar este sitio, esos inútiles objetos que en algún tiempo miraré y sonreiré recordando que en algún momento llegó a gustarme el horario de comidas inglesas, que me parecía lo más normal del mundo desayunar huevos con bacon, que conducir por la izquierda no estaba tan mal, que en verano el Sol sale cada tres días, que me aprendí el horario de los autobuses y que las monedas inglesas ya no me parecían tan extrañas, pero es lo que tienen los souvenirs, que te hacen recordar esas cosas tontas que tiene la vida, así que también intentaré meter todas las imágnes que quepan, como la de los 9 en una cabina, la de la barbacoa en mi casa, la de Londres lloviendo, o simplemente una en la que estemos todos sonriendo; intentaré meter todas las frases tontas que han marcado un momento e incluso que llegan a marcar días, aunque habría demasiadas para elegir, al igual que canciones y cánticos que han oido y sufrido muchas personas y de las cuales sería imposible acordarme de todas...
Y ahora, apunto de acabar mi maleta, aunque aún faltan los últimos regalos y la ropa que me he de guardar para los últimos instantes, recuerdo que planificaba este viaje como cuando un niño compra un huevo Kinder: que sabe que dentro habrá un regalo, que se crea mil expectativas sobre este, y que tras crearse tales expectativas el niño descubre que el regalo es una simple rana ya montada que no tiene movilidad ninguna; en cambio, este pequeño niño llamado Diego, al abrir el huevo Kinder, ha descubierto un super coche, para el cual ha debido invertir tiempo en montarlo, y después de eso, disfruta de su nuevo coche como si fuera el mismísimo Ferrari de Fernando Alonso; ''no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos'' dicen los sabios, es cierto, sé que el sábado perderé más que unas grandes vacaciones en Inglaterra, perderé cada caminata a la universidad, perderé el ''a las 8 en la square'' y sobre todo, perderé (aunque quizás solo por un tiempo) a muchos de mis compañeros.
Así que aquí se acaba mi despedida, este pequeño niño quiere seguir disfrutando de su maravilloso coche, mientras los regalos y la ropa se van acumulando en mi maleta.

Bournemouth 2011

Amor juvenil

Quizás sean tus ojos verdes
o tu ausencia que arde,
quizás sea mi estupidez,
o que ya sea tarde,
quizás olvides mi nombre,
seguramente borres momentos,
tal vez no recuerdes mis palabras,
ni escuches más lamentos,
probablemente estés apunto de olvidarme
porque no soy nada especial,
palabras huecas, poesía,
todo muy elemental,
y no seré más que otro número,
una foto en tu cámara olvidada,
un atardecer nublado,
un beso,una caricia y después, nada.

sábado, 23 de julio de 2011

Verano inglés.

Oscurecía ya en el pequeño pueblo costero, y los jardines que conducían a la playa estaban llenos de gente; ellos dos eran otros dos más, otros dos jóvenes que habían encontrado en sus labios otra manera de disfrutar de aquel hermoso día de verano inglés. Ella iba abrazada a él, él seguía en su nube mientras observaba en ella sus pequeñas y múltiples pecas que daban gracia y expresión a su delicada tez blanquecina de la cual resaltaba una bonita sonrisa blanca.
Llegados al muelle, él la rodeó con sus brazos, miró al mar, miró la Luna, que ya asomaba su cuerpo tímidamente, y miró los hermosos ojos verdes que en su acompañante relucían, le apartó uno de los mechones negros que le caían a ella del pelo, y entonces la volvió a besar; no sabe cuanto duró aquel beso, quizá duró varios minutos como tan solo un instante; entonces, otra vez sus miradas se vuelven a cruzar, otro beso furtivo,ella se hace de rogar y suelta otra de sus sonrisas pícaras que aún siguen levantando dolores de cabeza a más de uno, y luego otro beso, y otra mirada, y así hasta que la Luna era el único instrumento de luz en aquel pequeño paseo playero.
Ambos volvieron abrazados, cogidos cual pareja dulcemente enamorada, cuando se fueron a despedir,él le fue a besar, creyó que era el principio de algo, ella se resistió, no quería nada más, quizás realmente fuera un principio de algo, era el principio del fin.

sábado, 16 de julio de 2011

Carta a un amigo

Querido viejo amigo, hacía tiempo que no nos veíamos, 1 año y 3 meses aproximadamente, puede parecer mucho, pero he visto durante este tiempo fotografías tuyas y he escuchado con gran curiosidad y expectación tus novedades, al igual que he recordado con esmero y emoción nuestros encuentros, aún los llevo grabados en la mente, creo que son prácticamente imborrables. Hoy después de ese tiempo nos hemos visto, quizás no haya sido el mejor recibimiento el que me has brindado, pero te he vuelto a ver que era lo que importaba; la lluvia era molesta, sobre todo cuando ya te calaba bajo el chubasquero, parecías más triste, apagado, como si los años empezaran a pesar, o quizás fuera esa mi impresión bajo el manto de agua, eso sí, sigues mostrando esa gran belleza que siempre me atrajo de ti, el capitán Nelson sigue luciendo majestuoso en lo alto de su ''altar'' custodiado por unos leones que siguen mostrándose feroces, Picadilly parecía más triste, más falta de esa vitalidad rutinaria y esa luz que antes la albergaban, Buckingham siempre seguirá siendo igual para mí, algo frío que a la gente le parece importante, Tamesís sigue siendo ajetreado e inmenso, y Big Ben como siempre, maravilloso, ya sea lloviendo o con sol, siendo el guía, el eje de todo, el objetivo de todas las miradas...eso sí, no he podido ver a St.Paul Cat. a British Museum, a Puente ni siquiera a Torre,aunque me imagino que estarían abarrotados y relucientes como de costumbre, pero que no se preocupen, que a la mínima oportunidad iré, al igual que todos esos lugares que no he podido visitar por el tiempo.
Por cierto, me he enterado que el año que viene serás el organizador de los Juegos Olímpicos,y que en Trafalgar Square han puesto un gran panel para marcar el comienzo de estos; así que espero que sea todo un éxito, que seguro que lo será, que tus calles arderán con los himnos de las naciones participantes y que miles de personas quedarán maravilladas como un servidor al poder contemplarte y disfrutar de todo lo que significas.
Con esto me despido, espero volver pronto, ¿cuando? eso aún no lo sabemos, pero seguro que volveré.

viernes, 1 de julio de 2011

Despedida.

No me gusta decir adiós,
ni soy partidario de las despedidas,
siempre son duras y amargas,
siempre dejan abiertas heridas;
en esta la noche brilla en tu mirar,
mientras algo cae al suelo,
es una lágrima de tus ojos,
que se ilumina a medio vuelo;
no es fácil despedirse,
ni fácil es decirnos adiós,
darnos un par de besos, un abrazo...
es difícil para los dos.
Se harán duras las horas,
largas tal vez sin ti,
pero sé que estarás bien,
que tu sonrisa lucirá cual rubí,
que sí, que ya nos vamos,
que sí, nos tenemos que ir,
no, no podemos mantenernos al margen,
no podemos huir,
pero tranquila, se acabará,
no todo puede ser eterno,
volveré a verte y abrazarte,
y así apagar la soledad, mi infierno.