lunes, 27 de junio de 2011

Amor juvenil IV

Se acaban los motivos por quedarse,
es la hora del adiós,
la ciudad descansa y duerme
y yo mientras, pienso en los dos
y paso por tu calle
y estas lejos de mi,
abrazada y durmiendo con él,
lejos de ser feliz.
Mis maletas marchan llenas,
cargadas de recuerdo e ilusiones
alegrias, desengaños, desamores...
lugares donde ardieron mis pasiones.
Y tú, estarás abriendo los ojos,
quizá despiertes con una sonrisa,
al lado del otro hombre
que luce torso sin camisa,
y yo, seguiré andando hacia mi destino,
añorando tu recuerdo,
recordando tu aroma,
la fragancia de tu cuerpo;
sin saber el camino,
como un triste viajero,
preguntándome el motivo
de por qué no te dije te quiero.

lunes, 20 de junio de 2011

Descarte.

Quizá me de cuenta tarde,
seguramente no podría haber sido,
ahora su ausencia arde
cuando ya se ha ido.
Eligió en su momento,
no tuve oportunidad,
perdí ese sentimiento
llamado felicidad.
Si está con mi amigo
por algo será,
no quiere estar conmigo,
ella sabrá.
Ahora está con él,
la supuesta mejor opción
por lo menos sobre el papel,
el descarte soy yo.

lunes, 6 de junio de 2011

Un no te quiero querer.

Volví a coger mi Coca-Cola apurando el último sorbo en la última isla que me quedaba por naufragar, el bar de la esquina. El calor provocaba que las calles estuvieran apagadas, vacías de sentimiento, como faltas de caricias y abrazos, su recuerdo no se esfumaba de mi mente, mi cabeza seguía soñando estar tras sus manos y reflejarme en su mirada, pero en cambio en el único sitio donde me veía reflejado era en el hielo que se derretía en el vaso. Tras darle tres vueltas al vaso decidí no esperar más, tenía que decírselo, ya no aguantaba más, ya no podía acercarme a su boca sin desearla, ya no me quedaban escusas inocentes para pasar por su lado y que me dedicara una de sus sonrisas que llenaban días. Me levanté rápido de mi silla y salí corriendo, no sin antes pagar mi cuenta, llegué enseguida hasta su zona, me sabía el camino a la perfección, no era la primera vez que iba a buscarla o a acompañarla; y de repente una visión, parece ella, sí, esa es su mirada y ese su conjunto favorito, y al lado, ¿quién es ese?¿un amigo? No, no era un amigo, aquel beso lo reveló todo, ella ya había elegido, no sería yo aquel que la besara, sabía perder, dí media vuelta, y lancé un suspiro al aire, de un no te quiero querer.

miércoles, 1 de junio de 2011

Amor juvenil III

Vivo en una espera continua,
para poderla ver,
una espera ardua,
para verla otra vez
ni su nombre, ni apellido,
nada más que nada,
tan sólo una espera
de reflejarme en su mirada.
Por fín la he vuelto a ver,
andando a mi lado
cerca de un parque,
mientras miraba obnubilado;
sigue luciendo ojos azules,
sigue ondeando pelo rubio al viento,
sigue siendo suave y delicada,
mientras sigue quemando mi sentimiento.