jueves, 14 de febrero de 2013

Perfecta.

Perfecta; eres perfecta,
aunque tu marido no lo vea así,
aunque te lo niegue al verte,
estás perfecta, ni sobran quilos
ni faltan horas de sueño;
no hay años de más,
ni errores en tu peinado;
estás perfecta, aunque él no lo piense,
no son tus ronquidos lo que le impiden dormir,
no es tu voz la que lo hace sufrir,
no es tu cuerpo por el que ya no se excita,
ni tus ojos el motivo por el que no te mira.

Estás perfecta, hazme caso,
un olvido lo tiene cualquiera,
no llores ni maldigas tus fallos,
no grites en silencio sus pasos,
no ahogues sus golpes en tus penas;
estás perfecta, con golpes de más,
con pieles que caen en forma de años,
en forma de gritos y silencios
del duro cloroformo del recuerdo;
levántate y escríbele al mundo,
que eres perfecta, que estás perfecta,
que los daños no apagan tus ojos,
que los insultos no dan más de sí,
que no pueden callar tu canto,
que sigues besando al futuro,
y que elegiste vivir.

Ahora abre los ojos y grita,
que sigues estando perfecta,
que el fallo es él,
que siempre lo fue;
que ni las marcas en los brazos
te impidan extender las alas,
ni los arañazos del pasado
pensar que aún nos queda esperanza,
porque hoy y tras todo,
estás perfecta y no hay nadie que lo niegue
ni hay nadie que te pegue.



No hay comentarios:

Publicar un comentario