domingo, 16 de diciembre de 2012

Canción a otra canción

Cuéntame todo lo que sepas,
háblame de aquello que crees,
explícame tus viajes por el norte
que más nos dará
si es una mentira o es verdad,
que tu voz nos incendie la almohada,
nos sirva de despertador
en la soledad de las mañanas,
y nos haga soñar
en las pesadillas de escaparates sin navidad;
mírame y hazme perderme
por los bosques de los sauces
de las hojas con las letras de tus canciones;
mírame y ayúdame a volar,
que alguien dispara al callar,
al hablar con los ojos, al herir a ciegas,
al matar mi tiempo, al besar mi calma
que hay gente que tira la piedra,
y esconde el arma.

Pero ven, deja que te vea,
te escurres en los 'sin tiempo',
te pierdes tras la última ronda
y te apareces con el pensamiento a conformarte
a ser la chica de chavales de barrio;
pero vuelves a esfumarte
entre mis ya más de quinientas noches sin dormir
siendo testigo de tus vuelos con huídas,
de tus escapadas a un invisible;
dime, ¿por qué te escondes tras la guitarra?
¿por qué me encandilas con acordes
y sellas mis manos con falsas promesas?
Miénteme y di que soy solo un desliz,
repíteme las mil sonrisas enlatadas,
déjame ser tu ángel, tu llanto y tu cruz.






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