miércoles, 16 de noviembre de 2011

Me regalabas tus besos

Aquella noche,
me enredaba entre tus manos
tiritaba sobre tus labios
y me escondía bajo tu manto,
mientras estudiantes extranjeros
reían y cantaban en el césped,
o sobrevolaban la ciudad en globo,
mientras tú,
me regalabas tus besos;
aquella noche,
la luna quiso esconderse,
bailar entre las nubes y las estrellas
no reflejarse en el mar
en el cual tus curvas se dibujaban,
mientras tú,
me regalabas tus besos.
Aquella noche,
tus ojos verdes brillaban al son de los míos,
mientras nuestras bocas unidas
hablaban el lenguaje de dos,
y tú,
me regalabas tus besos.
Aquella noche,
paseaba otra pareja por el muelle,
suspiraba otro parado un trabajo,
esperaba un niño su regalo,
se lloraba otra muerte
y tú,
me regalabas tus besos.
Aquella noche,
parecía acabarse el mundo en mi horizonte,
estar todo el mar tras tus ojos
y todas las sonrisas en tu boca
ya podía arder París y caer Roma,
o que el BigBen no diera la hora
pues yo seguiría contigo,
y tú mientras,
me regalarías tus besos.


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