lunes, 13 de agosto de 2018

El club de los poetas de otro mundo

Encandila el ambiente
el sonido de otra copa
golpeando la taza de café
del que quedan restos y perjuicios
donde adivino futuro y seña
donde predigo pasado y derrota
meteorólogo de pieles y escarchas,
nieves frías en Ávila,
lluvias secas en su boca,
lunas de bares y alcoholes,
soles de papeles y cartones.

Nos reunimos los viejos idiotas
en la misma barra de siempre
del club de los poetas de otro mundo,
esos que sueñan con vivir entre líneas
y ser personajes de novelas,
los que se pierden entre besos y defectos
y en insurgentes primaveras
esos que habitan en miradas azules
y entre sonrisas y encuentros.

Se masca entre el aire y los recuerdos
el último sin sentido del capricho
Y el penúltimo sabor amargo del estar cuerdo,
Mientras que la ultima musa,
con doctorado en sonrisas y escapismo,
Reina en ilusiones y espejismos
presume de Ken, coche y desliz.
Pero el club continua lleno
De malandros, poetas y putas,
Socios de una misma clase,
Abonados a una misma locura,
Vidas de sueño y despertares,
Vida de desventuras y pesares.
Atrás quedaron las islas por conquistar,
Ser de los Idiotas que se enamoran,
Los soldados de batalla sobre el mapa,
La esperanza a bailar con la mas guapa
Y el tartamudear si me habla;
Se prohibe hablar del creer
del amor, sus locuras y sus artes
De preguntas sin respuesta, de ilusionarse,
Se prohiben los juegos y las amantes,
Pues ya no pido excusas ni perdón,
Paso de ser juez y parte,
Murió el hombre en tus rechazos
Firmo mi ultima declaración
Renegando cualquier cosa de dos
Hacia los habitantes de un país difuso
Desde el Club de los poetas de otro mundo.

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