La temible muerte
te cerró los ojos
te dejó blanca, inerte
entre llantos y sollozos.
Ahora vuelas libre
que nada te pribe
un gramo de mi alma
en el viaje te acompaña.
Ya no andarás ni caminarás,
sino volarás y volarás
por las colinas de Teruel
otra vez la muerte fue cruel.
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