sábado, 11 de diciembre de 2010

Recuerdo de Londres

Y vuelve a sonar esa canción que me traslada a aquel lugar, a aquel momento, a aquel frío invierno londinense... A aquel museo británico a las 10 de la mañana, al vaho que salía de mi boca al respirar, a aquellos autobuses rojos de dos pisos, a aquellas cabinas de teléfono, a aquel mercado repleto de gente, a sus pubs donde se servían los famosos ''fish and chips''... a aquella extraña sensación de sentirme en mi casa a pesar de estar a miles de kilómetros, a ese sentir de llevar allí años, y llevar solamente una mañana. Esa canción que me traslada a ese frío que seguía picando, pero que hacía a Londres más bonito, que hacía que el lago de St. James' Park estuviera congelado, que lograba esas estampas navideñas con abrigos hasta arriba, enfrente de aquella plaza iluminada por un anuncio de SANYO o de Coca-Cola, o debajo de aquel monumento al Comandante Nelson, o esa fotografía tras la niebla en Hyde Park . Esa canción que ni siquiera es en inglés, hace que siga recordando aquella mirada que le eché al reloj del ''BigBen'', ese reloj que había visto centenares de veces en la televisión o en fotografías pero que en directo tiene otro tono diferente, su torre parece más brillante, más alta, con mayor magestuosidad de lo imaginado.Una canción puede hacer recordar ese viaje, sus sensaciones, sus vistas...pero ni una canción, ni nada, podrían explicar ni la mitad de esas sensaciones, de esas vistas, o de esos rincones de esa ciudad británica a orillas del Támesis bañada por el frío enero.

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